miércoles, 27 noviembre, 2024
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Y finalmente desguazaron el programa de prevención del embarazo adolescente no intencional

–Hola asesora disculpe usted sigue sacando turno para la ginecóloga?

–Holaa. Ya no existe el plan enia. MILEI LO eliminó!

El diálogo, por chat de WhatsApps, se dio este martes entre una adolescente de Salta y la consejera en salud integral de dos escuelas secundarias de la localidad de Hipólito Yrigoyen del departamento de Orán, en esa provincia del norte, Silvia Alanis. La consejera formaba parte del Plan ENIA. Pero su contrato terminó a fin de marzo y no fue renovado por el Ejecutivo Nacional al igual que les sucedió a otras 619 profesionales de la salud y la educación que formaban parte del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional.

Mientras la estudiante se lamentaba con la noticia que le daba Alanis, enviándole un emoji de la carita con una lágrima, el vocero presidencial Manuel Adorni, ratificaba el desguace del exitoso programa que redujo a la mitad las tasas de embarazo adolescente en el país en menos de cuatro años y es modelo en la región por sus rápidos resultados.

Alanís no se desentiende aunque ya no trabaja más en el ENIA: “Decime qué necesitas y te saco el turno”, le prepone. También le cuenta que puede ir ella a sacarlo a las 7 a.m. cuando abren la turnera.

–Es que el período me viene dos semanas pasa unos días que no me baja y me vuelve a venir. Nose que pasá. Me podría sacar un turno –le pide la adolescente.

Ayer el Ministerio de Salud y el vocero presidencial dieron una versión confusa del futuro del Plan ENIA. “Ni se cierra, ni se desmantela. Se ordena. El Ministerio compra insumos y las provincias se hacen cargo de la implementación”, dijo Manuel Adorni. Un comunicado de la cartera de Salud dio una explicación similar.

La realidad es que por la situación financiera de muchas provincias, es difícil que absorban los contratos. “La provincia de Buenos Aires no está en condiciones de hacerse cargo de esos contratos”, dijo a Página 12 la directora de Equidad de Género en Salud bonaerense. En esa provincia, al igual que en las demás, el ENIA está parado, luego de que la Nación no renovó los contratos de las 85 personas abocadas al plan en el territorio bonaerense. En todo el país son cerca de setecientas. El Plan se venía desarrollando desde 2018 en 36 jurisdicciones de 12 provincias, aquellas con los indicadores más altos de embarazo en adolescentes. Se estima que 7 de cada 10 gestaciones en ese grupo etario no son intencionales.

Desde la oposición piden explicaciones al Gobierno: la diputada radical Carla Carrizo junto a otros legisladores de su bancada presentó un proyecto de resolución en el que solicita al Ejecutivo Nacional que informe sobre el estado actual del Plan ENIA. Carrizo señaló que “el Plan ENIA es una referencia de experiencia exitosa, es una de las pocas políticas de Estado –atravesó dos gestiones de gobierno– que realmente han dado resultados positivos, un ejemplo para otras políticas que enfrentan el desafío de coordinar sectores y actores en un país con 24 distritos. Debemos evitar que la motosierra pase por las políticas que funcionan bien. El Plan ENIA redujo a la mitad el embarazo adolescente no deseado en Argentina”.

Las estadísticas oficiales muestran que la tasa de fecundidad de 15 a 19 años bajó de 49,2 por 1000 en 2018 a 25,2 en 2022 en todo el país. En algunas provincias, incluso, descendió más de un 50 por ciento en ese período. Si se analiza la tasa en menores de 10 a 19 años, la disminución fue de 25,4 a 12,7 por 1000 nacidos vivos.

El senador del Frente de Todos Oscar Parrilli también se hizo eco del desmantelamiento del ENIA y convocó a una reunión este viernes a referentes del Consejo Consultivo del Plan, conformado por organizaciones como Amnistía Internacional, Kaleidos, Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), Fundación Huésped, CEDES, FUSA, entre otras, y organismos internacionales como el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA).

“El Plan ENIA está concebido como un plan integral con dispositivos sectoriales que deben articularse con una gestión territorial coordinada desde el nivel central para ejercer rectoría, fijar metas, monitorear y evaluar resultados, asignando recursos para su funcionamiento y para introducir incentivos al buen desempeño. La propuesta del Ministerio no ordena el plan, lo desordena hasta desmantelarlo. Ese será el efecto de retirar el financiamiento de los recursos humanos dedicados al Plan”, denunció la socióloga e investigadora Silvina Ramos, del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES). “Discontinuar el plan significa abandonar a las adolescentes. Es un abandono del resguardo que se les daba en términos del acceso a la educación sexual integral para que pudieran informarse más y mejor sobre muchos aspectos de la sexualidad”, agregó.

Las adolescentes no sólo consultaban por temas vinculados a su salud sexual. En las consejeras que estaban en las escuelas secundarias habían encontrado un espacio de confianza y escucha: “El segundo motivo de consulta, luego de la anticoncepción, era la salud mental”, destacó en diálogo con este diario Juan Carlos Escobar, médico pediatra y de adolescentes y ex titular de la dirección de Adolescencias y Juventudes del Ministerio de Salud de Nación

“¿Cómo nos desentendemos de estos pedidos?”, se pregunta muy angustiada Silvia Alanis, refiriéndose a los mensajes que le siguen llegando a su celular de parte de estudiantes de las dos escuelas de Hipólito Yirigoyen, en Orán, Salta, donde trabajó en los últimos tres años como consejera en salud integral. Y comparte –preservando la identidad de quien le escribe– otra consulta que le llegó el último viernes:

–Yo quiero que usted me diga cual son las precauciones de la pastilla del día después ya que mi hermana esta tomando como 3 veces ya y bue y yo le digo que no debe tomarla así (sino que es) en caso de emergencia como usted me dijo el año pasado y no me ase caso.

Alanís es psicopedagoga y sostén de hogar: vive con su hija de 17 años. Ahora está desempleada. “Hablo de esto y no puedo dejar de pensar en lo que se puede llegar a perder con estas políticas de desguace. Después de la pandemia muchxs adolescentes quedaron con mi número de teléfono porque en ese tiempo nos encontrábamos a través de la virtualidad, adolescentes que muchxs de elles hasta hoy me siguen escribiendo solicitando un turno para acceder a la colocación de un método anticonceptivo”, destacó. En Salta, la tasa de embarazo en adolescentes de 15 a 19 años era de 66,2 por 1000 en 2018, muy por encima de la media nacional, y bajó en 2022, a 33,9 por 1000. Sigue estando por encima del promedio del país, pero desde la implementación del ENIA se redujo en un 51 por ciento. También bajó en la misma proporción entre niñas de 10 a 14 años.

Los sueldos de quienes integraban los equipos técnicos rondaban entre 200 mil y 300 mil pesos, según las funciones y la jerarquía. Prevenir cada embarazo en la adolescencia le costaba al Estado 60 dólares, según estimaciones del Plan.

Según datos oficiales, la tasa específica de fecundidad en la adolescencia viene mostrando una tendencia decreciente, especialmente a partir del año 2016, entre chicas de 15 a 19 años, donde se conjugan la educación sexual integral y el acceso a métodos anticonceptivos, especialmente los de larga duración como el implante subdérmico. Desde el máximo de 67,4 nacidos vivos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años en 2010, descendió a 25,2 en 2022, una reducción de un 40% en un período de 12 años.

“Si se incluye los nacimientos de madres de 10 a 19 años, el descenso de la tasa entre el 2010 y el 2017 fue de 6,2 y entre el 2018 y el 2022, que son los años de implementación del Plan ENIA, de 12,7 puntos, lo cual habla de su efectividad”, indicó Escobar.

Las diferencias entre jurisdicciones son muy amplias: Las tasas muestran importantes brechas regionales. Se identifica una TEFA entre 15-19 años para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (6,5) muy por debajo del promedio nacional (27); y de provincias de las regiones Noreste y Noroeste argentino (45,5 por mil en Formosa, 49,0 por mil en Chaco y 47,5 en Misiones) que casi duplican el total nacional. 

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