La lucha por el cumplimiento de la cuota alimentaria suele convertirse en un camino tormentoso para muchas familias, aún más cuando la justicia no brinda las respuestas necesarias. Es el caso de Natalia, madre de dos hijos, que decidió alzar la voz ante lo que consideró un atropello por parte de la justicia que la deja ante una delicada situación financiera.
La mujer denunció que el padre de los menores solicitó una reducción en la cuota alimentaria y para lograr que este pedido se concrete, la acusó de «enriquecimiento ilícito». En una primera instancia, el Poder Judicial había rechazado la solicitud, pero el hombre decidió apelar en la Cámara Civil y logró que no solo revocaran la resolución, sino que se diera lugar a la reducción que había requerido.
Según lo que Natalia comentó en diálogo con «Minuto Neuquén», el fallo resolvió que el 30 % que se le descontaba del sueldo en concepto de cuota alimentaria pasara a ser del 15 %. «Este resultado me parte al medio económicamente. Me hago cargo de absolutamente todo lo de mis chicos, mientras que el papá gana al menos cinco veces más que yo y, con suerte, los ve los fines de semana, sin responsabilizarse por ningún gasto. El fallo de la justicia reduce en un tercio los ingresos para los chicos y para mí», expresó la mujer.
La situación se agrava con la actuación de la Defensoría de la Niñez que, según la madre, dictaminó en contra de sus hijos y a favor de la rebaja de la cuota. «El motivo que esgrimió el papá de los chicos para pedir la rebaja es que ascendió en la empresa, gana mejor sueldo, y me acusa de enriquecimiento ilícito, cosa que nunca pudo probar porque no es real, igual la Justicia le dio la razón. Ahora tengo que ver si me consigo otro trabajo aparte del que tengo y ser super mamá», aseguró Natalia.
El pedido por la reducción de lo cuota fue presentado en el 2022, el fallo de primera instancia fue en mayo de 2023 y la última resolución de la Sala II, en la que se revocó tuvo lugar en mayo de este año. Con respuesta, Natalia junto a su abogado intentaron apelar ante el Tribunal Superior de Justicia, pero su reclamo fue rechazado y ya, con todas las instancias judiciales agotadas, su única opción es iniciar un nuevo proceso para solicitar un aumento en la cuota, un procedimiento que considera un derroche de recursos públicos.
«Habría sido más fácil todo si hubiesen sido más humanos y sencillos desde el poder judicial», sentenció.
Más allá de su situación personal, la madre teme que este fallo siente un precedente negativo para otras mujeres en situaciones similares. «El problema no es solo mi situación personal, sino que sienta un precedente complicado para las mujeres, porque entonces, pueden pedir la rebaja de la cuota sin justificativo alguno, solo por capricho.»