La semana en el CPEM N°67 y en las EPET N°2 y 22 de Centenario comenzaron con tres falsas amenazas de bomba que generó el enojo en las comunidades educativas y la solicitud para que la justicia intervenga.
La primera amenaza ocurrió este lunes por la tarde en la localidad en el establecimiento del EPET 2, momento en que llamaron al cuartel de bomberos voluntarios para advertir que un artefacto iba a ser detonado en el sitio.
Como sucede en estos casos, todos los estudiantes salieron hacia el patio del establecimiento en Centenario, luego ingresaron los bomberos voluntarios y personal policial de la Comisaría Quinta.
Tras varios minutos en las instalaciones de la institución en la ciudad, pudieron corroborar que no había nada. En ese contexto, se realizó una charla con alumnos, docentes y directivos donde explicaron lo negativo de cada falsa alarma e informaron que la llamada ya fue denunciada ante fiscalía.
Mientras terminaban la intervención, recibieron una alerta similar del CPEM 67 y al llegar al edificio los alumnos ya habían sido evacuados al patio. El personal habló con la directora quién informó que fueron tres los llamados al teléfono fijo de la escuela y el último al celular de la vicedirectora para avisar que era una broma.
Luego, cerca de las 19 horas hubo una tercera y última amenaza de bomba, en esta ocasión fue en la EPET 22 de Centenario por lo que también tuvieron que ser evacuados los alumnos y docentes de manera preventiva.
Esa nueva alerta motivó la llegada de efectivos policiales de la Comisaría 52 y una dotación de bomberos voluntarios que había terminado de trabajar en un incendio de pastizales en cercanías de la escuela.
Consecuencias de las falsas alarmas
Luego de las falsas alarmas hechas en la localidad, los bomberos voluntarios explicaron que estas situaciones provocan que los equipos de emergencias se movilicen en vano, lo que genera gastos innecesarios, malestar y pérdida de tiempo.