La historia de los grupos criminales ligados a la droga en México comenzó con un primer cartel mexicano. La organización tuvo el poder por varios años, pero se desmoronó debido a la participación en el asesinato de un agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés). El tráfico de drogas inició con el Cártel de Guadalajara, fundado por Miguel Ángel Félix Gallardo.
La historia del Cártel de Guadalajara comenzó entre 1978 y 1980, cuando varios narcotraficantes de Sinaloa se reagruparon en Jalisco tras la “Operación Cóndor”, una campaña antidrogas en México orquestada por Estados Unidos.
Esta organización fue fundada por Miguel Ángel Félix Gallardo, un ex agente de la extinta Policía Federal, quien estableció alianzas clave con otros capos importantes como Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, quienes a su vez trabajaban con otros personajes de grupos delictivos.
En un principio, el cartel traficaba marihuana y opio hacia los Estados Unidos, pero en la década de 1980, Félix Gallardo buscó expandirse con otras sustancias y hacia otros mercados. Por tal motivo, el narcotraficante estableció una conexión con los carteles de Cali y Medellín, este último liderado por Pablo Escobar, recuerda la BCC.
La infraestructura y las relaciones del propio Gallardo con otros narcos, como el hondureño Juan Matta-Ballesteros, logró que el Cartel de Guadalajara se convirtiera en poco tiempo en el principal distribuidor de cocaína colombiana en Estados Unidos, al utilizar la frontera como ruta de tránsito.
La organización implementó plantaciones en zonas desérticas, al sobornar a autoridades locales para perforar pozos y evadir controles de seguridad. Años después, la organización comenzó a fracturarse por el surgimiento de otros grupos, pero sobre todo por la muerte del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, que puso en alerta a autoridades mexicanas, pero sobre todo estadounidenses.
El agente de la DEA, fue encontrado muerto el 9 de febrero de 1985, en una zona rural a las afueras de La Angostura, Michoacán. Su asesinato causó una tensión en las relaciones diplomáticas de México y Estados Unidos, ya que se trataba del primer agente fallecido en territorio mexicano, recuerda CNN.
La versión extraoficial indicó que fue ejecutado tras dar un golpe a la organización en el Rancho Búfalo, propiedad de Caro Quintero, en la cual era se especula que había cerca de 3000 personas en el trabajo para el cultivo de marihuana. La organización respondió y tomó represalias.
El agente de la DEA Héctor Berellez, quien era el investigador principal del caso, detalló que “Kiki” fue secuestrado en Guadalajara. Un sitio que era considerado de producción y que funcionaba como centro de operaciones para “Los Contras” en Nicaragua, cuya organización era financiada en secreto por Estados Unidos a través de la venta de armas y drogas, mencionan medios locales como Nicaragua Investiga.
A partir de ese momento, las autoridades comenzaron con diversos operativos para capturar a los líderes del Cartel, sobre todo a Caro Quintero a quien culpaban de ser el principal asesino de Camarena, así como al líder de la organización de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo.
El también conocido como el “Jefe de Jefes”, se mantuvo prófugo de las autoridades por varios años, hasta la noche del 9 de abril de 1989. La fecha marca el derrumbe de la organización, cuando la Procuraduría General de la República dio a conocer la detención del capo de la droga, que se había realizado una noche anterior.
Recién en 2017, Félix Gallardo fue sentenciado por el crimen de Camarena. La condena fue a 37 años de prisión, pero él siempre negó su responsabilidad. “Este señor Camarena, quienes fueron, quienes hayan sido, hay autores materiales e intelectuales presos, que han pagado su vida en la prisión y que les ha ido muy mal. Ignoro por qué se me relaciona, porque a ese señor no lo conocí. Yo no soy una persona de armas. Lo lamento mucho porque sé que era un buen hombre», dijo en una entrevista a Telemundo en 2021.
Pese a que se había dispuesto su prisión domiciliaria en 2022, el exjefe narco continúa preso en la cárcel de Puerta Grande, según los últimos reportes. Tiene diversas enfermedades, como depresión, problemas de audición y visión, hipertensión, diabetes e hipertrofia de próstata.
En tanto, en febrero pasado, el gobierno mexicano extraditó a Estados Unidos a 29 narcotraficantes, entre los que se encuentra Caro Quintero. Las autoridades lo persiguieron durante 40 años por su papel en el tráfico de drogas y el crimen organizado, además del asesinato de Camarena.
El derrumbe del cartel de Guadalajara no terminó con la detención de Félix Gallardo. Con la caída de uno de sus principales líderes, la organización tuvo que reorganizarse y varios de los principales operadores decidieron formar sus propios grupos delictivos. Entre los nombres que figuran y que comenzaron con el desarrollo de los carteles en México se encontraban: Amado Carrillo, Ismael “El Mayo” Zambada, los hermanos Arellano Félix y Joaquín “El Chapo” Guzmán.