En medio de la gira mundial por el estreno de F1: La Película, Brad Pitt recordó una etapa de su vida que lo marcó para siempre. El actor vivió cuatro meses en Argentina cuando rodó Siete años en el Tíbet y rescató a un perro que lo acompañó el resto del viaje. “Estaba en Los Andes. Blanco se llama. Fue muy hermoso. Se parece un poco a un galgo”, contó.
El momento surgió durante una entrevista con May Martorelli en Telenoche. Mientras hablaban sobre el nuevo film, la periodista le mostró una vieja foto en blanco y negro. Pitt se emocionó al reconocer al animal. “Lo rescaté en la nieve, en un pueblito de montaña. Era flaco, temblaba. No podía dejarlo ahí”, explicó.
El actor también compartió lo que significó vivir en la cordillera. “Estuve en la colina de los Andes, en un pueblo pequeño que era increíble. Era tan hermoso ver cómo el sol cambiaba y cómo el paisaje cambiaba a lo largo del día. Era un lugar mágico, y después fuimos a Mendoza”, relató.
Pitt no escatimó elogios al hablar de la comida argentina. “La carne era increíble. Comíamos como reyes. El vino era increíble”, afirmó con una sonrisa. Aseguró que todavía recuerda el sabor del asado y la calidez de la gente. “Es un país muy hermoso”, declaró con nostalgia.
Aunque el foco fue el estreno internacional, la charla derivó en un recuerdo íntimo. Kerry Condon, su compañera de elenco, lo escuchó atenta y comentó: “Parece un pequeño galgo”. Pitt asintió y dijo: “Sí, pero con alma de gigante”. La imagen de Blanco quedó grabada como uno de sus recuerdos más tiernos.
Antes de despedirse, Brad reflexionó sobre su paso por el país. “Ese viaje fue especial. Me cambió. Fue diferente a todo lo que viví”, admitió. Desde entonces, guarda la foto de Blanco en su casa y no olvida aquel invierno en los Andes. Un capítulo inesperado en la vida de una estrella.