El desastre generado por las lluvias pegó de lleno en las empresas que integran el polo empresarial bahiense. Incertidumbre en un punto industrial clave
11/03/2025 – 12:06hs
El desastre generado por las inundaciones en Bahía Blanca, que originó al menos 16 muertos y miles de evacuados, también impacto de la peor forma en el complejo energético y petroquímico con base en esa ciudad y sus linderas Ingeniero White y General Daniel Cerri. La catástrofe climática aún mantiene fuera de funcionamiento al 50% del polo petroquímico local, con Unipar, Profertil y Dow entre las firmas con afectaciones en sus respectivas capacidades productivas. En el aspecto energético, la termoeléctrica Guillermo Brown se encuentra fuera de servicio, y lo mismo aplica para las instalaciones de gas de Transportadora Gas del Sur (TGS) en esa zona. Por su parte, Trafigura opera su refinería en Bahía Blanca por debajo de su ritmo habitual.
En tanto Bahía Blanca es un punto clave para el movimiento de los hidrocarburos y la producción de plásticos y otros insumos, las consecuencias de las inundaciones recientes son observadas con preocupación por los principales actores industriales.
Mientras tanto, en ese punto al sur de la provincia de Buenos Aires se multiplican los esfuerzos por restaurar tanto la normalidad social de la ciudad como la infraestructura urbana y la capacidad productiva bahiense.
Profertil, una de las más complicadas por el agua
En ese contexto, la afectación en la provisión de insumos como el gas pegó de lleno en el negocio de firmas como Profertil, que tiene en Bahía Blanca a su única fábrica elaboradora de urea granulada, un fertilizante nitrogenado clave para la agroindustria.
«Producto de las graves inundaciones ocasionadas por el temporal, la producción de urea en la planta productora de Profertil, ubicada en la localidad de Ingeniero White, Bahía Blanca, se detuvo debido a la falta de suministro de gas natural, que es un insumo indispensable para las operaciones de Profertil. Una vez restablecido el normal suministro del mismo, se comenzará con las operaciones de puesta en marcha de la planta», detalló la firma a través de un comunicado.
Controlada por la estatal YPF y la canadiense Nutrien, Profertil recién podría volver a operar en días cercanos al fin de semana siempre y cuando se normalice la provisión de gas y no ocurran nuevos eventos climáticos.
En esa ecuación, el rol de TGS es clave y esta última también se encuentra entre las empresas que sufrieron el gran impacto de las inundaciones. Vía un comunicado remitido a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la energética informó que el flagelo de las aguas «afectó totalmente la producción de líquidos (butano, propano, etano y gasolina) y parcialmente el transporte público de gas natural».
«Si bien aún nos encontramos analizando la magnitud de los daños, y el tiempo de indisponibilidad que llevará la remediación y reparación, la sociedad está arbitrando todos los medios a su alcance para mitigar los efectos del evento, incluyendo la gestión de los seguros correspondientes», añadió.
El polo petroquímico, impactado por las inundaciones
TGS nunca interrumpió la distribución de gas para uso domiciliario, pero aún no hay certezas respecto de cuándo retomará la provisión para las industrias en Bahía Blanca.
Por su parte, Unipar, la ex Solvay Indupa, aún no reanuda su funcionamiento normal y para ello depende en gran medida del etileno que le aporta Dow, otra de las firmas con planta parada a partir de la inundación. Unipar frenó la actividad en sus instalaciones de producción de cloro, mientras que la fabricación de PVC ocurre a un ritmo menor.
En cuanto a la petrolera Trafigura, la compañía mantiene operativa su refinería aunque bajo un esquema de menor producción y sujeto a la generación de destilación primaria.
La firma está a la espera de ya poder disponer de todo su personal y el restablecimiento de la infraestructura general –en amplias zonas continúa la falta de suministro eléctrico– para un funcionamiento sin ningún tipo de inconvenientes.