martes, 11 febrero, 2025
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Del «mejor ministro de la historia» a un «impresentable»: cómo se gestó la ruptura de Milei y Cavallo

La historia de amor y odio entre Javier Milei y Domingo Cavallo no comenzó ayer. Pero sin dudas alcanzó un punto de inflexión este lunes con la decisión del Presidente de echar de la OEA a Sonia Cavallo, la hija del exministro de Economía. La vendetta coronó así una serie de desavenencias en torno al rumbo económico que emergieron casi desde el día 1 de la gestión y que tuvieron por centro la política cambiaria y monetaria.

«¿Cómo va a hacer subir el dólar si yo le estoy sacando todos los pesos que andan dando vueltas? El dólar se tiene que caer como un piano. Le voy a decir, en especial al impresentable de Cavallo«, lanzó este lunes el Presidente, en una entrevista en A24. «Mientras él insultaba a todo el mundo cuando hablaban de devaluación, defendía el tipo de cambio de la convertibilidad. Y este programa es muchísimo más exitoso», disparó.

La reacción de Milei fue una respuesta directa al último post del exministro en su blog, donde dijo que la baja de la inflación desde diciembre no se debía solo al equilibrio fiscal y la estabilidad del dólar sino también a «una caída relativa del gasto nominal de las familias dentro del país, teniendo en cuenta que la apreciación del peso ha alentado los viajes de compras y turismo a países vecinos» y negó que el dinero del FMI alcanzara para levantar el cepo.

Esa lectura de Cavallo ya había sido precedida por otra a principios de enero, cuando el exfuncionario dijo que la apreciación cambiaria «puede estimarse en alrededor del 20%» y comparó ese nivel de atraso del dólar con el que existía en los tres años previos de la convertibilidad, lo que llevó a una deflación muy costosa que transformó la recesión en «una verdadera depresión económica». «Es irritante e insultante la estupidez que dijo«, le respondió Milei.

El mentor de Milei

No siempre las relaciones entre los dos economistas estuvieron cruzadas por la bronca y el desprecio. El destino y su adoración compartida por el modelo menemista hizo que en los últimos años forjaran un vínculo cercano, bastante parecido a la amistad. Milei encontró en el padre de la convertibilidad un referente y un consejero, y el exministro de Economía, un agitador y propagandista de las ideas liberales con ambiciones de poder.

En agosto de 2020, en plena pandemia, el actual jefe de Estado creía que la convertibilidad había sido «el mejor programa» y consideraba al exfuncionario “el mejor ministro de Economía de toda la historia”. Era la época en que el economista visitaba en forma frecuente canales de TV, se dejaba aconsejar por Cavallo y olfateaba la posibilidad de convertirse en diputado por la Ciudad, como ocurrió en diciembre de 2021.

La carrera presidencial aceleró el acercamiento de Milei a figuras cercanas al exministro. Carlos Kikuchi, el principal armador nacional de La Libertad Avanza y quien quedó en la mira por las denuncias de ventas de candidaturas, fue periodista y vocero de Cavallo. Joaquín Cottani, exsecretario de Política Económica de Luis Caputo, fue subsecretario de Financiamiento del «mingo». Y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fundó con él Acción por la República. Cottani fue eyectado del cargo lo mismo que otro delfín del ex ministro de Economía, Osvaldo Giordano, que fuera designado titular de la Anses.

La trastienda de la pelea

Pese a sus diferencias con la dolarización, Cavallo acompañó el plan de ajuste que salió a luz en diciembre de 2023. Se trataba de una devaluación del 50% (dólar a $ 800) con liberación de precios, suba de tarifas y fuerte ajuste fiscal. Pero a los pocos meses de andar, el padre de la convertibilidad empezó a tomar distancia, alertando sobre el freno en la baja de la inflación y los riesgos de planchar el dólar para bajar los precios.

La mayor discrepancia era el cepo. Mientras el Gobierno impulsaba una salida gradual, el exministro proponía acelerar el ritmo de devaluación y levantar al menos las restricciones financieras. El mercado tenía entonces la expectativa de que el gobierno levantara el cepo a mitad de 2024. «Hasta que no se liberalice y reunifique el mercado cambiario, no veo que haya una reactivación importante de la economía», dijo en abril.

En los meses siguientes, Cavallo señaló que el gobierno mantenía los controles para acumular reservas y controlar el tipo de cambio oficial y paralelo (CCL). Del otro lado, Milei lo acusaba de querer «hacer saltar el tipo de cambio» con una devaluación que iría a precios, y fue sumando condiciones para salir del cepo, como la de alcanzar la «inflación cero». La trifulca verbal pasó a mayores en junio cuando el Presidente decidió deshacerse de Cottani.

Los cruces continuaron cuando el también exministro de Economía de Fernando De la Rúa anticipó un incremento de la inflación en noviembre y diciembre -lo que terminó ocurriendo solo en diciembre, al subir 2,7% mensual desde el 2,4% de noviembre- e insistió en levantar el cepo antes de las elecciones de 2025. Lo que sigue es conocido: Cavallo pasó a la lista de los «econochantas» mientras Milei  anticipaba la semana pasada que el cepo se extenderá hasta 2026.

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