miércoles, 8 enero, 2025
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Las cuatro razones detrás de la caída del riesgo país a su nivel más bajo en seis años

Las subas en los bonos soberanos Globales y Bonares tuvo su correlato inmediato en la baja del riesgo país, que perforó los 600 puntos básicos por primera vez desde agosto de 2018.

Se trata de un indicador clave, elaborado por el banco estadounidense JP Morgan, y cuyo objetivo es medir en forma sistemática el costo de financiación de que debería asumir en forma individual un conjunto de países denominados emergentes.

La abrupta caída de este indicador, que se encuentra en niveles mínimos en seis años, está asociada a distintos factores económicos y financieros locales. También cuestiones políticas, con base en las distintas acciones o mensajes que en los últimos días envió el Gobierno de Javier Milei.

Las cuatro razones detrás de la baja del riesgo país

Las noticias en materia económica que surgieron en los últimos días permiten entender los motivos por los que el riesgo país perforó los 600 puntos básicos este lunes. Entre otros puntos, se destacó la novedad de que el Gobierno ya contaba con buena parte de los dólares necesarios para afrontar los vencimientos de deuda. También fue clave la concreción del REPO, que permitió engrosar las reservas del Banco Central.

Además, la posibilidad latente de un nuevo acuerdo con el FMI y las señales que brinda el Gobierno de que el equilibrio fiscal no será negociable en este 2025, son otros factores que ayudaron a la baja del riesgo país. A continuación, una por una, las principales razones:

1.El Gobierno tiene los dólares para pagar deuda

Días atrás se conoció la noticia de que el Tesoro aprovechó el superávit fiscal para comprar dólares y totalizar depósitos por unos u$s5.700, lo que refiere a la solvencia de las arcas públicas para pagar los vencimientos de deuda. Según estiman las consultoras, esta cifra bastará para afrontar los pagos de enero y le permitiría tener cubierta la mayor parte de los pagos previstos para el 9 de julio.

Entre Globales (títulos emitidos bajo ley extranjera) y Bonares (bajo ley argentina), la Argentina enfrenta dos vencimientos de capital este mes y en julio de u$s2.901 millones cada uno.

Además, debe pagar cupones por alrededor de u$s1.800 millones en ambos meses.

2.El REPO con bancos internacionales

Otro aliciente para los mercados fue la concreción de una operación de pase pasivo (REPO), por un total licitado de u$s1.000 millones a  meses, para reforzar las reservas del Banco Central.

Según informó la consultora Portfolio Personal Inversiones, «el BCRA confirmó que concertó un REPO con cinco bancos del exterior». «Fue por 1.000 millones de dólares a un plazo de dos años y cuatro meses y a una tasa ‘SOFR-USD’ más un spread de 4,75%, lo que equivale a una tasa fija de 8,8% anual al considerar los swaps de tasa fija-flotante al mismo plazo», remarcó.

«El tan esperado REPO, aunque menor de lo esperado, fue bien recibido por los inversores, quienes interpretaron como una señal positiva el regreso a los mercados de capitales. La operación está altamente garantizada, y su tasa no implica necesariamente una tasa similar para una eventual emisión del Tesoro. Sin embargo, con el riesgo país en alrededor de 600 puntos básicos, el REPO indica que la administración de Milei está cerca de recuperar el acceso al mercado», explicaron desde Max Capital.

3.Posible acuerdo con el FMI

Otro punto que juega a favor del Gobierno es la posibilidad de cerrar en los próximos meses un nuevo acuerdo con el FMI por el préstamo de u$s44.000 millones concretado en 2018 y la posible llegada de fondos frescos.

El ministro de Economía Caputo ya señaló que imagina un acuerdo con el FMI para el inicio del segundo trimestre. Recién ahí habrá una definición sobre el régimen cambiario que tendrá la Argentina para enfrentar la salida definitiva de la crisis.

«Las autoridades han expresado formalmente su interés en pasar a un nuevo programa y las negociaciones están en marcha«, dijo a mediados de diciembre Julie Kozack, la vocera del FMI en una conferencia de prensa en Washington.

4.El ancla fiscal no se negocia

La política de déficit cero del Gobierno es también una señal que el mercado ve con buenos ojos. «Luego de un año de Gobierno, queda claro que el ancla fiscal es innegociable. A diferencia de lo ocurrido durante 2024, en 2025 el Gobierno no buscaría superávit financiero, sino solo el superávit primario necesario para cubrir los vencimientos de intereses», reportó el Grupo IEB (Invertir en Bolsa).

Otro dato que muestra la solvencia del Gobierno es que el Ministerio de Economía informó la semana pasada que la recaudación de impuestos aumentó un 205,6% en el 2024 respecto al año anterior -unos 80 puntos por encima de la inflación-, luego de registrar un alza interanual del 119,8% en diciembre del año pasado.

El riesgo país de Argentina: por qué es importante que siga bajando

Si se considera que si un país quisiera emitir deuda pública, en principio debería pagar una tasa de interés en línea con este indicador, de ahí su importancia y la atención que le brindan los inversores, en especial los que tienen en su radio de acción papeles de países emergentes.

Para elaborar este indicador se toma en cuenta la diferencia existente entre la tasa de interés que rinden los bonos emitidos por el Tesoro de los EE.UU. y el promedio de tasas de los bonos de cada país. En definitiva, se trata de un diferencial de tasas de interés, que en este caso está expresado en puntos básicos, siendo que 100 puntos básicos equivalen al 1%.

A efectos de hacer el cálculo, lo que se toma en cuenta es el rendimiento de los bonos, que surge de comparar el precio presente con el flujo de fondos futuros del mismo, que incluyen el pago de intereses y reembolso del capital.

Si se hace una mirada retrospectiva del riesgo país argentino, pueden mencionarse algunos hitos destacados:

  • En los últimos años de la Convertibilidad (1999 a 2001), el indicador se ubicaba por encima de los 1.000 puntos básicos (p.b.)
  • Con el default de 2002, trepó de golpe hasta un máximo histórico de 7.222 p.b., que equivalen a nada menos que el 72% de tasa anual.
  • Con el canje de deuda de 2005 y la salida del default, cayó hasta tocar un mínimo de 185 p.b. a mediados de 2007
  • Posteriormente, con el estallido de la crisis de las hipotecas subprime en EE.UU. y posteriormente la crisis del campo, volvió a trepar con fuerza hasta por encima de los 1.900 p.b.
  • Tras este fogonazo, entró en otra etapa de relativa normalidad, que se extendió hasta la pandemia en 2020, con niveles que en promedio se ubicaron por debajo de los mil puntos básicos.
  • Ya en plena crisis por la pandemia, se produjo otra estampida que tuvo su punto máximo a mediados de ese año, cuando tocó los 4.500 p.b., previo al canje de deuda que dio lugar a las actuales series de bonos denominados Bonares (AL) y Globales (GD)
  • Tras una corrección posterior, que tuvo un piso apenas por encima de los 1.000 p.b., a partir de 2022 y hasta diciembre de 2023 se registró una serie de «picos» con máximos de 2.900 p.b.
  • En lo que va del año y debido a la suba registrada en las cotizaciones de estas series de bonos, el riesgo país muestra una profunda baja que toca un mínimo por estos días al romper la barrera de los 600 p.b.

Lo cierto es que se trata de un indicador muy importante para Argentina y su baja, que lo ubica en niveles del 2018, es una gran noticia para Javier Milei y su ministro de Economía Luis Caputo.

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