El presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, le hizo una advertencia a Javier Milei por la eventual designación a través de un decreto de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla.
El magistrado brindó una entrevista a Carlos Pagni en LN +, donde fue consultado acerca de las designaciones para integrar el Máximo Tribunal. “Lo tiene que resolver la Corte en última instancia si hay cuestionamientos», manifestó y agregó en que su experiencia personal le enseñó que «uno nunca tiene que responder frente a una hipótesis de un hecho que no ha acontecido; puede pasar o no».
A inicios de diciembre, con el debate de los pliegos para integrar la Corte empantanado en el Senado, el Presidente deslizó la posibilidad de nombrarlos directamente a través de un decreto.
«Si yo lo pudiera sacar mediante el Senado, lo sacaría mediante el Senado. Si me aparece la demanda pero el Senado no resuelve, lo tendré que resolver yo. Transitoriamente resolvería esa demanda y luego el Senado lo convalidará o lo rechazará», respondió en una entrevista radial desde Italia.
Sin embargo, al ser consultado respecto a si lo definirá antes de fin de año, sostuvo que eso «depende de la dinámica del Poder Judicial» y que el Congreso volverá a abrir el 1° de marzo próximo.
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Milei adelantó que antes de fin de año designaría por decreto a Lijo y García Mansilla en la Corte Suprema
Los pliegos de Lijo y García-Mansilla ya están en el Senado. Lijo parece haber conseguido la mayoría en la Comisión de Acuerdos, aunque el jefe de la bancada radical ahora niega haber firmado el dictamen. Pero García-Mansilla parece estar lejos de poder pasar por ese filtro, ya que el kirchnerismo insiste con postular a una mujer para ocupar una silla en el tribunal.
En tanto, Rosatti analizó la relación que existe entre el Poder Judicial y la Casa Rosada, en medio de la necesidad por cubrir las vacantes en la Corte.
“Siempre hay una zona de recíproca incomprensión, porque la política quiere hacer cambios, está en su ADN, y muchas veces se queja de que la Justicia frena o demora los cambios, pero la Justicia suele cuestionar a la política por lo bajo, porque no se pueden hacer cambios de cualquier manera, sino siguiendo un determinado procedimiento sin afectar determinados derechos”, afirmó.
Además, habló de las presiones que provienen desde el sector político hacia los jueces del Máximo Tribunal, algo que definió como «casi normal», aunque con «una zona de recíproca incomprensión».
“El político es una persona que mira la realidad con grandes trazos, y el conflicto, para el político, es algo normal; el juez no. Tiene una mirada distinta donde uno tiene razón y el otro no: hay una norma, un hecho y una conclusión. Cabezas con formato diferente. Ese es el valor de la división de poderes y el control recíproco que hay entre ellos”, sostuvo.
D.D.