Javier Milei emprenderá el jueves próximo su decimoquinto viaje al exterior, en ocasión de visitar nuevamente Miami con la expectativa de encontrarse con Donald Trump, en un vuelo privado que, según fuentes del sector aeronáutico, no valdría menos de US$ 300 mil. Pero, a principios de diciembre ya tendría disponible el avión presidencial que, desde el 22 de octubre, casualmente se encuentra en esa ciudad norteamericana, donde se le practica un exhaustivo y costoso chequeo integral.
Se trata, en un última instancia, de un capítulo más de una agenda exterior récord en menos de un año de mandato que, hasta septiembre, había obligado a las arcas oficiales a desembolsar unos 2,5 millones de dólares para costear toda la logística, según la información que Jefatura de Gabinete brindó al Congreso.
Ahora el Presidente viajará hasta Palm Beach para asistir nuevamente a la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que se hará entre el jueves y sábado próximos, y también aprovechar para ver al electo mandatario estadounidense quizás en su residencia de Mar-a-Lago. En Casa Rosada insisten en que ambos líderes «se van a ver», pero que resta definir bajo qué escenario.
El jefe de Estado viajará con su hermana Karina y con el flamante canciller Gerardo Werthein en un vuelo privado. Según se pudo averiguar de fuentes al tanto de la negociación, la comitiva oficial utilizaría otra vez una aeronave de la firma Flyzar luego de haber utilizado para el anterior periplo a Nueva York, en ocasión de la cumbre de la ONU, una unidad de Pacific Ocean que, al parecer, no habría conformado a Karina.
Como sea, esta travesía sería la última que emprendería el Presidente en vuelos de alquiler. Según una calificada fuente oficial consultada, el ARG 01, que casualmente se encuentra en un taller de Miami, donde es objeto de una inspección mayor «que viene sin problemas de acuerdo a lo planificado», estaría de regreso a la Argentina durante «los primeros días de diciembre».
El mentado “1C Check” del Boeing 757- 256, adquirido en 2023 por Alberto Fernández por unos 25 millones de dólares, finalmente se realiza, licitación mediante, en un taller de la empresa Commercial Jet. Se trata de la misma firma que había sido mencionada en un supuesto intento de «direccionamiento» de una licitación que en agosto pasado le costó el cargo a una funcionaria de Secretaría General.
Pero a mediados de agosto pasado la firma ganó la licitación para el chequeo sin ningún tipo de planteo que pusiera en duda el proceso. Si bien el servicio tiene un precio base de US$ 920 mil dólares, la tarifa final podría alcanzar los US$ 3 millones dependiendo «de los trabajos que correspondan a las novedades y adicionales», es decir, a la colocación de aquellos repuestos y tareas específicas que demande su acondicionamiento.
«Se deberán cubrir todos los costos de materiales y mano de obra, así como también los tiempos de ejecución correspondiente a la totalidad de los trabajos comprendidos en el workscope será el precio final que la Casa Militar de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación reconocerá», informa la compulsa mencionada.
Es que si bien la Dirección General de Logística quedó a cargo del vicecomodoro Carlos Balzola, en el organigrama oficial se encuentra bajo la jurisdicción de Casa Militar, tutelada por el coronel Sebastián Ibáñez. Este organismo no sólo se encarga de la seguridad de la familia presidencial en Casa Rosada o en la quinta de Olivos. En las últimas horas surgieron algunos interrogantes acerca de la continuidad en 2025 del jefe militar en una Secretaría en permanente cambio y donde todo se rige por los designios de Karina Milei.
Pero operativamente ha sido la Fuerza Aérea la que ha ganado terreno en esta área copando, incluso, las oficinas del sector militar del Aeroparque Metropolitano, donde se aloja la flota aérea presidencial. De hecho, el mes pasado unos 20 empleados civiles fueron trasladados hasta otras oficinas de la Secretaría General.
El Presidente regresaría al país el próximo domingo. Pero el martes 19 debería volar a Río de Janeiro, a bordo del ARG 11 (un Learget 60), para asistir a la Cumbre de Líderes del G20. Luego la agenda exterior del mandatario tendría programada una salida en enero próximo a la suiza Davos, en el marco del Foro Económico Mundial, y la prometida visita a China para entrevistarse con «su nuevo amigo» Xi Jinping, garante del swap de monedas que da oxígeno a las reservas del Banco Central.