Aunque bajo la resistencia de poderosos sectores gremiales y también judiciales, el Gobierno de la Ciudad dará este lunes un paso más en la búsqueda de la autonomía plena del distrito. El ministro de Justicia de la Ciudad, Gabino Tapia, irá a la Legislatura a defender un proyecto de ley impulsado por Jorge Macri que crea una justicia laboral porteña. Hasta ahora, las demandas laborales están exclusivamente en manos de la Justicia Nacional.
El plan inicial es la creación de 10 juzgados en lo laboral y de dos Cámaras de Apelaciones de ese fuero. En total se concursarían 16 cargos. Con ese número se busca suplir los puestos hoy vacantes en la Justicia Nacional del Trabajo.
En la Ciudad argumentan que la creación del nuevo fuero apuntalará más la autonomía porteña, pero que además se buscan dos beneficios extra: agilizar los expedientes judiciales y moderar los costos de las indemnizaciones, que en la actualidad fijan los jueces nacionales.
En la sede del Gobierno porteño proyectan que en el fuero laboral de la Ciudad el dictado de una sentencia firme podría demorar alrededor de un año y medio. En la Justicia Nacional, sostienen, se tarda entre 5 y 6 años.
En cuanto al cálculo de las indemnizaciones se discutirá un esquema para el fuero porteño más fijo que el que utiliza la Justicia Nacional en sus fallos. Una nota reciente de La Nación reveló que en la actualidad los jueces aplican criterios muy dispares, al punto que la Corte Suprema ya anuló dos veces fallos “desproporcionados” ´por estas diferencias.
Sesión de la Legislatura porteña presidida por Clara Muzzio.«La idea es que se moderen las multas y los intereses por mora; evitar que por un juicio laboral de un empleado de una pyme vaya a la quiebra«, dicen cerca del ministro Tapia, miembro de la mesa chica de Jorge Macri. Este punto, sin embargo, no surgirá del propio proyecto de ley que se empezará a tratar este lunes sino del futuro código procesal.
Tapia se presentará hoy, junto al secretario de Trabajo y Empleo, Javier Jarvis, en un plenario de las comisiones de Legislación del Trabajo, de Asuntos Constitucionales y la de Justicia.
El plan en Uspallata es que antes de fin de año la ley esté sancionada, aunque admiten que es posible que sufra cambios. El oficialismo tiene asegurados votos de sobra. Además del PRO, apoyará el proyecto la UCR según confió un importante dirigente radical.
Parte de la bancada de Unión por la Patria también acompañará la iniciativa. «Al menos la mitad del bloque está a favor de la ley porque implica una mayor cuota de autonomía para la Ciudad», asegura un dirigente del Partido Justicialista porteño.
Pese a esos importantes apoyos, hay sectores que ya se empiezan a pintar la cara para resistir la creación del nuevo fuero.
A favor y en contra
El ministro de Justicia porteño Tapia -es un abogado especializado en derecho laboral- se reunió en los últimos meses con funcionarios de administración de Javier Milei. Habló del plan porteño y encontró eco, pero no fondos.
Tampoco Nación se muestra dispuesta a avanzar en el traspaso de fueros nacionales a la Ciudad. La llamada ley Cafiero aún impide el traspaso. El Poder Judicial porteño hoy solo tiene funciones en el fuero Contencioso Administrativo y Tributario y el fuero Penal Contravencional y de Faltas. De crearse, el tercero sería el laboral.
Gabino Tapia, ministro de Justicia de la Ciudad.Tapia además mantuvo conversaciones con jefes de algunos de los gremios más importantes y sus asesores legales. Algunos se mostraron de acuerdo con el cambio.
«El fuero nacional está muy desbordado. Los trabajadores necesitan que haya un fuero más ágil», dice a Clarín el dirigente de uno de los sindicatos más poderosos del país con el que se reunió el ministro porteño.
Consultado acerca de si no podría ser inconveniente el cambio de jurisdicción para gremios y trabajadores -el fuero nacional tiene fama de inclinarse más por los trabajadores , ese sindicalista contesta: «La idea es que el nuevo fuero sea justo. Que los trabajadores tengan todas las garantías».
Pero en otros gremios están absolutamente en contra. «La CGT va a defender que la Justicia del Trabajo quede en el fuero nacional. Es más: la justicia laboral debería federalizarse, no ser local. Será para conflicto», apuntó Julio Piumato, secretario general del gremio del los Judiciales y miembro del consejo directivo de la central obrera peronista.
Piumato observa que detrás de la creación del fuero hay un intento de cercenar derechos laborales. «No lo pueden hacer por ley, entonces lo quieren hacer a través de los fallos», afirma el dirigente de los judiciales.
De Piumato se dice que tiene ascendencia en la Justicia Nacional del Trabajo. Su esposa es Analía Vigano, titular del juzgado del Trabajo N° 31.
Se dice lo mismo del abogado laboralista Héctor Recalde, de histórico vínculo con la CGT. Su esposa, Graciela Craig, integra la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. Recalde siempre negó tener cualquier tipo de poder en la Justicia Laboral.
Abogado laboralista Héctor Recalde.En sectores de la CGT sostienen que la enorme mayoría de los gremios se oponen al cambio. «En la Justicia Nacional les va bien a los sindicatos. ¿Para qué cambiar?», se preguntó un referente, quien además recordó que la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo suspendió la reforma laboral que Milei quiso hacer por decreto a comienzos de este año.
En la UCR vislumbran que tras la creación del fuero surgirán algunos traspiés. Que gremios y asociaciones de jueces nacionales irán a la Justicia con pedidos de cautelares contra la creación del nuevo fuero. ¿El argumento jurídico? Que la ley Cafiero sigue vigente.
Pero en el radicalismo entienden que el cambio será para mejor. «Hoy un proceso de desalojo en la Ciudad demora 15 días y en la Justicia Nacional, dos años», detalla un dirigente. Y agrega: «El fuero laboral porteño seguramente será también más rápido. Terminará siendo una ecuación económica. ¿Querés esperar por un fallo 18 meses o 72?».
El plan oficial contempla que el trabajador podrá elegir en qué fuero quiere litigar, si en el Nacional o en el porteño, aunque es cierto que lo más probable es que elija lo que le indique su abogado.
En medios políticos se habla de que el influyente peronista Juan Manuel Olmos, actual titular de la AGN y referente de un espacio del peronismo porteño, vería la oportunidad de hacer pie en el nuevo fuero. Se entiende: el jefe del PJ porteño es el camporista Mariano Recalde, hijo de Héctor. Hoy son aliados, pero…
Sindicalista Julio Piumato. Foto Marcelo Carroll.Otras fuerzas políticas, como la UCR y el PRO, también podrían buscar tener influencia directa en el nuevo fuero laboral. Ambos partidos cuentan con experimentados operadores judiciales.
Una especulación es que cuando se abran los concursos para la Justicia del Trabajo porteña se presentarán actuales funcionarios de la Justicia Nacional, como por ejemplo secretarios de Juzgados con jueces aún jóvenes y que están lejos de jubilarse.
Gran parte de los jueces nacionales rechazan un eventual traspaso al fueron porteño por una cuestión de estatus. No quieren dejar de ser jueces nacionales para ser locales.