Efectivos de Gendarmería Nacional dependientes del Escuadrón Núcleo Comahue, con la asistencia del perro Boni, entrenado para detectar la presencia de sustancias estupefacientes, lograron incautar una caja conteniendo 23 envoltorios y cinco frascos conteniendo marihuana en su interior. El hallazgo ocurrió durante un dispositivo que la fuerza nacional desplegó a la altura del kilómetro 1260 de la ruta nacional 22, en la localidad de Senillosa.
De acuerdo al informe, los efectivos de Gendarmería realizaron una inspección en una unidad de transporte público de pasajeros y al revisar los diferentes paquetes que transportaba el ómnibus, el can Boni, mostró una reacción positiva para la presencia de marihuana en una caja de cartón embalada como encomienda.
Luego de la advertencia del animal entrenado para detectar sustancias prohibidas, los gendarmes utilizaron un escáner y lograron comprobar “la presencia de envases con una sustancia orgánica en el interior”, señalaron. Ante el hecho, los uniformados solicitaron la presencia de testigos y abrieron la caja, comprobando que en su interior se encontraban cinco frascos y 23 sobres transparentes conteniendo un total de 1 kilo 448 gramos de marihuana.
Al informar sobre el hecho a las autoridades judiciales, desde el juzgado federal N° 2 de Neuquén, ordenaron el secuestro de las sustancias e iniciaron una causa por infracción a la Ley 23.737 de estupefacientes.
La Ley Nacional 23.737, se sancionó en septiembre de 1989 para juzgar todos los delitos relativos a estupefacientes, cualquiera sea su escala, sin distinguir variables en el amplio espectro de conductas asociadas al tráfico y comercialización de drogas. En su artículo 12, prevé que será reprimido con prisión de dos a seis años a quien “difundiera públicamente el uso de estupefacientes, o indujera a otros a consumirlos y al que usare estupefacientes con ostentación y trascendencia al público”.