A partir del cambio de gestión en el municipio de Centenario, la relación con la seccional del gremio ATE se ha tensado. El motivo fue la revisión de contratos que las autoridades propusieron para hacerle frente a la crítica situación financiera y como parte de las medidas de austeridad.
En principio se habló de no darle continuidad a los contratos que tuvieran pocos años de antigüedad. Sin embargo, desde ATE denunciaron que 18 trabajadores habían sido dados de baja, incluso muchos de ellos trabajaban en el municipio hace más de 3 años. A partir de ese momento se inició un conflicto que tuvo pocas resoluciones, pero sí mucha tensión que este miércoles, 10 de julio, se profundizó con la demora del secretario general de la Zona Este, Ricardo Tabia, y cinco afiliados durante una medida de fuerza.
En el medio hubo reuniones entre el sindicato y el intendente, Esteban Cimolai, pero todas ellas culminaron sin un acuerdo entre las partes. Como respuesta, la seccional de ATE llevó adelante reiterados bloqueos en sectores estratégicos del municipio e incluso hubo restricciones en el acceso al edificio municipal. En una de las últimas manifestaciones, la justicia había emitido una orden de desalojo junto a la presencia de varios efectivos de la Policía.
Al mismo tiempo que se desarrollaban los reclamos, el intendente de Centenario acusó que eran solamente unas 4 o 5 personas del gremio «ensañadas con la ciudad». Tras esa postura, los dirigentes gremiales indicaron que Cimolai daba la espalda la situación que atravesaban los trabajadores que habían sido dados de baja.
El pasado 6 de julio, la localidad de Centenario fue sede de una asamblea general en la que participaron varios sectores, no solo municipales, sino también de la administración pública provincial. Durante el encuentro, se dio a conocer las últimas novedades del conflicto y allí Ricardo Tabia exclamó: «No vamos a permitir que ningún afiliado se quede sin trabajo».
En esa asamblea también habían adelantado que durante esta semana iban a llevarse a cabo reuniones con autoridades. Sin embargo, durante este miércoles, el gremio volvió a realizar una asamblea con los municipales en la que evaluaron la situación y determinaron realizar un paro sorpresivo.
El secretario general de la Zona Este junto a otros afiliados se instalaron dentro del municipio para esperar respuestas de las autoridades, pero a las horas un grupo de policías se hicieron presentes en el lugar. Ante la negativa de retirarse, tanto Tabia como cinco trabajadores fueron demorados y trasladados a la Comisaría Quinta.
Desde el gremio aseguraron que no hubo orden de desalojo ni explicaciones de porqué se los demoraba. En el ingreso a la dependencia policial se congregaron varios integrantes de la seccional para reclamar por la libertad de sus compañeros. A las pocas horas, Carlos Quintriqueo, secretario general de ATE Neuquén, confirmaba a «Minuto Neuquén» que iban a ser liberados.