En las primeras horas de este miércoles, los trabajadores del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) decidieron ocupar el edificio central, ubicado en Santiago del Estero 426 de la ciudad de Neuquén. La medida se implementó como forma de protesta por la falta de respuestas a los puntos más críticos de funcionamiento que la junta interna de ATE le planteó el ministro de gobierno, Jorge Tobares.
Desde el sector gremial denunciaron un estado de vaciamiento del organismo y aseguraron que el gobierno provincial ha mostrado su desinterés a la hora de buscar soluciones. En diálogo con Minuto Neuquén, Pablo Azúa, delegado de la junta interna de ATE, comentó: «Este reclamo lo venimos arrastrando desde hace muchísimo tiempo e incluso nos ha llevado a tomar medidas de fuerza como fue el corte de rutas. A raíz de eso, logramos una reunión con el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, al cuál le presentamos un pormenorizado informe detallando la situación gravísima en la cual estamos dentro del EPAS«.
La falta de personal, de mantenimiento, herramientas, maquinarias y vehículos fueron los principales inconvenientes mencionados por Azúa. «Si no hay mantenimiento, si no hay recursos, se complica todo. Eso afecta el servicio», señaló. Al mismo tiempo, hizo mención al anuncio del gobierno sobre la necesidad de una inversión millonaria en la planta de Mari Menuco, para evidenciar las problemáticas que han denunciado desde hace varios años.
En aquella oportunidad fue el mismo gobernador quien afirmó que actualmente «el servicio está sostenido con alambre”. Para mejorar la situación, el ejecutivo tomó un préstamo de 100 millones de dólares y será otorgado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe.
Sin embargo, y según lo que comentó el gremio, el panorama del EPAS en todo el territorio neuquino sigue siendo desolador y poco alentador. «Necesitamos que funcione, que salgan las inversiones que se necesitan. De parte del gobierno no está ni el mismo interés ni el mismo respeto que tenemos los trabajadores», remarcó Azúa.
Para finalizar, el delegado gremial anunció que la toma del edificio será levantada cuando las autoridades provinciales se hagan presentes con soluciones «concretas y reales». Y aseguró que la decisión de permanecer en las instalaciones del ente fue tomada en beneficio del conjunto de la comunidad, ya que «sin el personal y sin la financiación, tampoco hay servicio».
Mientras los trabajadores nucleados en ATE avanzaban con la medida de fuerza, desde el gobierno provincial se les comunicó que la paritaria pautada para este miércoles quedaba suspendida hasta tanto no se levante la toma. Esta decisión profundizó el conflicto y quienes se manifestaban en la sede exclamaron: «Vergüenza este gobierno incumplidor, suspende una paritaria que nunca empezó. Lo único que hacen es pasársela de escritorio en escritorio, de funcionarios en funcionario y nunca resuelven ninguno de los problemas salariales ni las malas condiciones laborales».