Javier Lazzari, agricultor del norte de Buenos Aires compartió con TN la iniciativa: un sistema de devolución de derechos de exportación en las primeras toneladas vendidas para la sustentablidad y el arraigo rural.
En medio del debate sobre las retenciones a los granos, Javier Lazzari, un pequeño productor agropecuario de la zona de Conesa, partido de San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires, expresó una preocupación compartida con varios de sus colegas: el impacto de estas medidas en la sustentabilidad de los pequeños y medianos productores.
En diálogo con TN, Lazzari destacó la necesidad de una mirada a mediano y largo plazo en la cadena de producción agropecuaria. Aseguró que “la aplicación de las retenciones fue un problema para el campo argentino” y advirtió que “su eliminación no será fácil”.
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“La idea es que a través de un sistema de devolución de retenciones a las primeras toneladas de producción se pueda destinar un porcentaje a la compra de fertilizantes para devolver los nutrientes al suelo, otro porcentaje para adquirir semillas fiscalizadas o bien para maquinaria agrícola”, explicó Lazzari, detallando el mecanismo propuesto para garantizar la sustentabilidad en la producción agropecuaria.
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“Este plan también contemplaría la rotación de cultivos, incluyendo sorgo y maíz, para diversificar la producción”, agregó.
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“Esta es una idea que viene dando vueltas en la cabeza de muchos productores del norte de Buenos Aires, pero está en sintonía con otros productores del resto del país”, señaló Lazzari.
Destacan la relevancia de una producción agrícola sustentable y el rol de los pequeños productores
“Hoy el negocio agropecuario es uno de los mejores del país cuando se compara con otros negocios”, afirmó Lazzari, subrayando la solidez del sector. Sin embargo, expresó su preocupación por la predominancia de intereses económicos en detrimento de prácticas sostenibles. Señaló que el enfoque exclusivo “en los resultados financieros descuidó la importancia de devolver nutrientes al suelo”, una medida necesaria para la sustentabilidad a largo plazo.
“Muchos productores pequeños tienden a desaparecer porque el negocio deja de ser rentable”, alertó Lazzari, destacando el riesgo que enfrentan los agricultores de menor escala. Señaló que, sin medidas adecuadas para promover la rentabilidad y la sustentabilidad en el campo, estos agricultores “enfrentan serios riesgos para mantenerse a flote en un entorno cada vez más complicado”.
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En un análisis integral, Lazzari resaltó la importancia de un programa productivo en Argentina: “La cadena de producción de granos con todos sus actores debe involucrarse en analizar, pensar y definir qué modelo de producción necesita el país con una mirada a mediano y largo plazo contemplando un desarrollo social, agronómico y económico sustentable”.
En cuanto a los derechos de exportación (DEX), Lazzari planteó una postura gradualista: “Los DEX aplicados a los granos deberían algún día eliminarse completamente, pero mientras tanto, somos conscientes que de lograrse será en forma gradual y paulatina. Es aquí donde todos los integrantes de la cadena deben consensuar con el Estado cómo llevarlo adelante”.
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Asimismo, señaló las consecuencias de la imposición de derechos de exportación. El productor detalló una serie de impactos negativos en la producción agrícola: “Automáticamente cuando los derechos de exportación se aplican, comienzan a generar distorsiones en la producción, que todos conocemos, pero debemos enumerar los más importantes.”
Enumerando las consecuencias de estas medidas, destacó:
- El declive en la rentabilidad agrícola está forzando a las empresas a aumentar su escala productiva. Esto significa que, en el segmento de los pequeños y medianos productores, muchos se ven obligados a abandonar la actividad.
- La reducción en la reposición de nutrientes en el suelo, afecta la fertilidad.
- La disminución de la inversión en biotecnología y nuevas variedades.
- La limitación en la rotación y diversificación de cultivos.
- La menor inversión en maquinaria agrícola de última generación.
- La interacción de estos factores que conducen a un subdesarrollo social y económico.
Argentina no ofrece subsidios, ni objetivos claros para incentivar la agricultura
En ese sentido, Lazzari planteó un debate sobre el modelo de producción agrícola que el Estado argentino debe definir: “¿Prefiere un productor de 1 millón de hectáreas, 100 de 10 mil hectáreas, 500 de 2 mil hectáreas, 1000 de 1000 hectáreas o 5 mil de 200 hectáreas? Inclusive, comparándonos con otros países del mundo, existen chacras rentables con superficies inferiores”.
En tanto, en contraste con otras naciones que incentivan la producción agrícola con subsidios y objetivos claros, Lazzari reconoció que en Argentina hablar de subsidios es impensado. Sin embargo, propone una transformación de los DEX para impulsar un modelo productivo sustentable. “Debemos generar efectos inversos a cuando fueron aplicados años atrás”, afirmó.
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“Es fundamental que los productores nos involucremos y participemos en el diseño de un proyecto conjunto para presentar al gobierno”, agregó. En última instancia, Lazzari enfatizó la importancia de planificar cuidadosamente las políticas agrícolas para alcanzar un objetivo a largo plazo: “A medida que el Estado reduzca los DEX, deberá aumentar las toneladas devueltas por productor, hasta llegar a la eliminación total de estos derechos. Este es un tema que requiere una discusión y acción conjunta”.