El zapallo ganador provino de la huerta del complejo penitenciario V de Senillosa, que alcanzó un peso de 91,350 kilos.
Esta iniciativa forma parte de las líneas de trabajo del programa, que está diseñado para que familias neuquinas puedan producir sus propios alimentos y para que las huertas sean una oportunidad de trabajo, autosustento y posibilidad de vínculo entre las personas.
El concurso cerró hoy en una jornada que se extendió de 10 a 16 hs. en el Paseo de la Costa, sobre el espacio CORDINEU, de la Isla 132.
A partir de un trabajo de producción de semillas propias que realiza el programa sobre algunos cultivos considerados estratégicos, se pudo incorporar durante la presente edición del certamen, la variedad Atlántica Gigante que tiene un manejo diferenciado respecto de otras variedades de zapallos.
El equipo técnico del programa ofreció una charla sobre el proceso diferenciado que implicó la producción piloto de estos gigantescos zapallos que llegaron a pesar hasta 200 kilos, y la técnica de recolección de sus semillas para poder incluirla en los siguientes concursos.
Recolección de semillas para la próxima edición
Para finalizar el encuentro, se cortó uno de los zapallos gigantes para recuperar las semillas, con la finalidad de incorporarlas al concurso Ciudad Zapallo edición 2024-2025, que serán destinadas especialmente para grupos, instituciones y organizaciones sociales que quieran abocarse a su cultivo durante la próxima temporada.
De este modo, la pulpa fraccionada de estas calabazas será entregada a la organización social Cáritas para el reparto en las comunidades y comedores con las que trabaja. Ya en la edición 2024 se realizó una donación de más de media tonelada de zapallos a la organización por la abundante cosecha de calabazas gigantes obtenida.