El Gobierno nacional confirmó que por ahora no avanzará en la implementación de una campaña de vacunación contra el dengue. Lo hizo a través de un comunicado del Ministerio de Salud en el que volvió a sostener que la vacuna del laboratorio japonés Takeda no está validada para combatir el brote ni tiene «consenso» de los especialistas, pese a la vigente autorización de la ANMAT. La confirmación llega una semana después de que se hiciera pública la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (Conain) para avanzar con una campaña focalizada por jurisdicción y rango etario.
El comunicado de dos páginas fue difundido pasadas las 13 horas de este martes por la cartera comandada por Mario Russo, quien luego realizó declaraciones en la prensa. “Confunden trabajar con perfil bajo, con inacción”, dijo. Y agregó: «Creo que existe una mala interpretación de lo que es la acción o la inacción en esta nueva etapa de la Argentina. Desde mi cartera, visualizamos y diseñamos un ministerio con una función rectora, no con una función de prestador de servicios. Estamos muy concentrados en la vigilancia epidemiológica muy específica, porque somos los responsables de determinar cuáles son los serotipos que están circulando. Hemos hecho una reunión con 22 ministros provinciales para discutir las estrategias, nos pusimos de acuerdo en que lo fundamental es la prevención y el control del mosquito vector, porque sin mosquitos no hay dengue”, aseveró.
Sin embargo, ni las declaraciones ni el comunicado establecen criterios claros en torno al control de esta crisis sanitaria. El texto comienza cargando las culpas de la actual epidemia al gobierno de Alberto Fernández: «Estamos sufriendo las consecuencias de la falta de prevención que hubo el año pasado, donde no se hizo el trabajo correspondiente. Lo mismo ocurrió por parte del ejecutivo nacional quien no compró los larvicidas para las provincias desde el año 2022″, se lee en el comunicado, que no hace mención a los casos y muertes confirmadas a lo largo de este año con cifras diez veces más altas que en el mismo período de 2023.
Sobre la utilización de la vacuna Qdenga de Takeda, el comunicado reproduce formalmente la postura que el gobierno nacional ya venía sosteniendo en boca del vocero presidencial Manuel Adorni: «La mencionada vacuna no es una herramienta que esté validada para controlar la transmisión de la enfermedad en el contexto del brote», sostiene el Ministerio, que agrega que, pese a la autorización de la Anmat, «ni el gobierno anterior, ni los infectólogos, ni los organismos internacionales alcanzaron el consenso para recomendarla como estrategia para incluirla en el calendario nacional de vacunación».
El principal sostén del argumento esgrimido por el Ministerio es la falta de recomendación de la implementación de la vacuna por parte de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En efecto, la postura oficial de la OPS es que sus estados miembro «no implementen programas de inmunización en todo el país«, aunque el Grupo Estratégico Asesor de Expertos en Inmunización de la Organización Mundial de la Salud sí recomendó el uso de la vacuna «para los niños de 6 a 16 años que viven en entornos con alta carga de enfermedad«. La OPS aceptó esa postura de los expertos, pero instó a que «se tomen medidas cuidadosas para garantizar la evaluación y el seguimiento de la seguridad y la efectividad«.
Una implementación de ese tipo, acotada y focalizada, es lo que en efecto recomendó la Conain en su última reunión del pasado 7 de marzo. Las actas de ese encuentro se conocieron recién la semana pasada, y allí se confirmó que los y las expertas que integran la comisión habían consensuado cuatro puntos para elevar al Ministerio: avanzar en la implementación de una estrategia focalizada de vacunación contra el dengue con vacuna Qdenga; definir como criterio de selección la priorización de los departamentos según incidencia acumulada y el aporte total de casos; establecer la población objetivo por grupo de edad según los análisis técnicos; implementar un trabajo de modelaje prospectivo para la identificación de los departamentos a incluir en la estrategia.
La Conain, conformada por más de veinte especialistas en inmunología de todo el país, funciona bajo la órbita de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles del ministerio. Se reúne periódicamente para evaluar diversos aspectos del contexto epidemiológico y emitir recomendaciones oficiales para la cartera sanitaria, que luego puede aceptar o no esos lineamientos, ya que las reuniones no son vinculantes. El ministerio no hizo mención a la recomendación de la Conain en el comunicado de este martes, aunque sí refirió que continuarán con la «tarea de evaluación» para recolectar la evidencia «que permita determinar un programa de inmunización focalizada y por rango etario, que sea seguro y efectivo». El comunicado no hace mención a ningún plazo estimado para ese posible «programa de inmunización».
Lo que sí subraya es una supuesta presión por parte de «empresas vinculadas con la producción de vacunas», que buscarían «apresurar decisiones que pueden poner en riesgo a los argentinos». «Dicha decisión conlleva una enorme responsabilidad y no puede quedar sometida al interés de determinados sectores que desinforman y generan preocupación», asegura el comunicado, que agrega que, mediante «operaciones de prensa«, los medios de comunicación suman «miedo y confusión«.
El propio presidente Javier Milei se manifestó de forma similar a través de una de sus formas preferidas de comunicación: un retwitt en su cuenta de X. «A los medios les beneficia montar toda una paranoia con el dengue, recuerden como fue con la cuarentena, 24 horas mostrando cuánta gente moría, y no lo hacían porque les preocupara, lo hacían por la alta audiencia que generaba», dice una publicación de la cuenta «Escuela Austriaca de Economía» que el presidente compartió este lunes por la noche. Según el último Boletín Epidemiológico, en lo que va del año se registraron 163.419 contagios. Los números son hasta la Semana N°12, período en el que en 2023 se habían registrado 16.143 casos, según el boletín del año pasado. En lo que va de 2024 ya se confirmaron 119 fallecidos por la enfermedad, mientras que en el mismo período del año pasado los muertos habían sido 13.