Una de las tendencias de decoración, sin importar qué estilo se elija para cada vivienda, son definitivamente las plantas de interior. Estas agregan energía, luz, frescura y hasta elegancia a los lugares, y siempre hay una para cada espacio. En este caso, las plantas colgantes son perfectas para agregar en habitaciones pequeñas o con poco lugar para ubicarlas sobre una superficie.
Este tipo de plantas se caracterizan por no tener un tallo elevado y rígido, por lo que no se sostienen por sí solas. Pero, esto mismo es lo que las caracteriza para que tengan una caída que decora cada espacio. Además, es necesario recordar que no hace falta ser un experto en jardinería para poder tener diversas especies en el hogar, y las que se contarán a continuación son el ejemplo perfecto para cuidar de ellas sin que se mueran en el intento.
También conocida como suculenta cola de burro, la Sedum morganianum es una suculenta con hojas en forma de lágrima que crece a lo largo y ancho, que añade un toque único a cualquier espacio interior. Su cuidado es sencillo, necesita solo luz indirecta y riego ocasional, convirtiéndola en una opción ideal para aquellos que buscan una planta de bajo mantenimiento con un gran impacto visual.
2) Tradescantia Nanouk o amor de hombre
Conocida también como “amor de hombre”, la Tradescantia Nanouk destaca por sus atractivos colores y su capacidad para adaptarse a una amplia variedad de ambientes. Sus tallos pueden alcanzar hasta los 30 centímetros de largo, lo que la convierte en una excelente opción para macetas colgantes.
Además de su belleza, esta planta es considerada por muchas culturas como un símbolo de perseverancia y resistencia, lo que puede agregar un significado extra a su presencia en el hogar. Una de sus características principales es su resistencia, ya que es una planta fuerte que se adapta a casi todos los ambientes.
La Monstera o costilla de Adán es quizás una de las plantas colgantes más reconocidas, gracias a la peculiar forma de sus hojas que se asemejan a un corazón. Sus raíces aéreas crecen hacia abajo desde el tallo, por lo que pueden llegar hasta el suelo.
Para su cuidado, es recomendable colocarlas un espacio donde reciban sol directo y se debe mantener el suelo húmedo, para asegurar su vitalidad y crecimiento.
4) Tillandsia o planta del aire
Conocida también como planta del aire, la Tillandsia es una opción única para aquellos que buscan una planta colgante que no requiera una maceta para crecer. Su capacidad para desarrollarse en una variedad de superficies, desde piedras hasta maderas, la convierte en una elección que requiere de bajo mantenimiento.
Aunque no necesita riego continuo, es importante pulverizar sus hojas semanalmente para mantenerlas hidratadas y saludables.
El Potus o Epipremnum aureum es, sin duda, una de las plantas colgantes más populares, gracias a la elegancia de sus hojas que caen desde cualquier superficie elevada.
Su fácil cuidado y rápido crecimiento la convierten en una opción ideal para aquellos que desean agregar un toque verde a su casa sin complicaciones. Con luz indirecta y un riego regular, esta planta crecerá rápido y agregará armonía a cualquier espacio interior.