El Ministerio Público Fiscal (MPF) de Neuquén, formuló cargos contra un efectivo de la policía, que le disparó a un joven durante un robo en la ciudad de capital, “sin cumplir con el protocolo, que establece que el efectivo debe emitir la voz de alto y utilizar el arma reglamentaria, únicamente en el caso de existir riesgo real para su integridad física o de terceros”, señalaron.
En la formulación de cargos, la fiscal del caso, Silvia Moreira junto al asistente letrado Pablo Jávega, acusaron al cabo Juan Antonio Erice y le atribuyeron el delito de “lesiones gravísimas en condición de autor y por la utilización de arma de fuego”, mientras que para al policía que lo acompañó en el operativo, el sargento Leandro Arroyo, la imputación fue por “encubrimiento agravado en concurso ideal, con violación de los deberes de funcionario público, en calidad de autor”.
Según el relato de la fiscalía, el acusado de efectuar el disparo, el cabo Erice, se encontraba prestando servicio en la comisaría Primera, de la ciudad Capital, el pasado 27 de febrero, cuando alrededor de las 2 de la madrugada, ingresó el alerta por un robo en curso, en la calle Pehuén del barrio Santa Genoveva y acudió al lugar, en compañía del sargento Leandro Arroyo.
Según sostiene la investigación provisoria del MPF y el Departamento de Seguridad personal de la policía, al arribar al lugar, los efectivos advirtieron que dos jóvenes, “intentaban sustraer una moto de una vivienda”. Uno de los sujetos, huyó a bordo de una motocicleta Honda Tornado, en dirección a la calle Colonia Alemana y fue en ese momento, cuando el cabo Erice, “bajó del móvil y sin advertencia alguna, efectuó un disparo que le ingresó por la espalda”, señala la información.
La fiscal del caso, afirmó que el otro policía que acompañaba al acusado, el sargento Leandro Arroyo, “intentó ocultar el hecho y omitió informar sobre la persecución y la utilización del arma de fuego reglamentaria por parte de su compañero” y se limitó a dar intervención a la comisaría de la niñez por la participación del menor de edad”, argumentó la fiscal.
Las consecuencias del disparo y las medidas cautelares
Producto de las heridas provocadas por el disparo, el presunto delincuente fue trasladado de urgencia al hospital regional, donde fue intervenido quirúrgicamente y debieron extraerle el bazo. En cuanto a las medidas cautelares contra el cabo, acusado de disparar, la fiscal solicitó prisión domiciliaria y prohibición de contacto y acercamiento con víctimas, testigos y personal de la comisaría Primera.
El juez a cargo de la audiencia, Juan Manuel Kess, avaló la formulación de cargos y fijó el plazo de investigación en cuatro meses, convalidó las prohibiciones de contacto y acercamiento para ambos acusados, pero rechazó el pedido de prisión domiciliaria.