Héctor Marcelo Segura (51) salió de la cárcel de Batán, pero su estadía en libertad duró lo que un suspiro: al día siguiente volvió a caer detenido, esta vez por asaltar una inmobiliaria en pleno centro de Mar del Plata, adonde le arrancó un mechón de pelo a una empleada para robarle 200.000 pesos.
Sus antecedentes penales son variados: «robo agravado«, «resistencia a la autoridad«, «lesiones«, «portación ilegal de arma de fuego«, «violación de domicilio» y «infracción a la ley de estupefacientes«.
Segura quedó libre el lunes de la Unidad N° 15 de Batán. El martes al mediodía se hizo pasar por un cliente en la inmobiliaria Pologna, en Corrientes 1797, esquina Rivadavia, adonde atienden con la puerta cerrada con llave por una cuestión de seguridad.
«¿Hay alquileres?«, le preguntó a Miriam Marcela Moscoloni (54), secretaria del martillero desde hace 12 años. «No hay nada disponible«, contestó ella, aunque el diálogo fluyó («¿Para la temporada tampoco?«, insistió él) e inspiró su confianza, por lo que lo hizo pasar.
El falso cliente revelaría a los pocos segundos sus verdaderas intenciones. «Esto es un asalto, callate«, advirtió, mientras simulaba tener un arma de fuego en el bolsillo. En el piso de arriba estaba el jefe de Miriam, de 81 años.
La inmobiliaria Pologna, en Mar del Plata, donde ocurrió el asalto. Foto La Capital«Vamos para abajo que te encierro en el baño«, ordenó el delincuente.
«El baño está arriba, y hay gente, abajo es un sótano«, contestó ella.
Allí fue cuando forcejearon y el ladrón le arrancó un mechón de pelo. «Bajá o te mato y te tiro por la escalera«, la amenazó. No era solo un falso cliente, también era falso que tuviera un revólver o pistola. La empleada se agarró como pudo de la baranda, gritó y alertó al martillero, que bajó para ayudarla.
Segura empujó al hombre y pudo escapar con 200.000 pesos, lo poco que había en el negocio y que le dio Miriam. Pero los vecinos intervinieron y lograron atraparlo. Por suerte, los agentes de la subcomisaría Casino llegaron antes de que lo lincharan unos obreros que trabajaban en un edificio en construcción.
«La plata voló por la calle, la gente la juntó. Dos comerciantes la pusieron en dos bolsas separadas. Y no faltó ni un peso«, destacó la mujer, que recibió los dos fajos con los billetes de 500 y 1.000 pesos.
El dinero que había robado un ladrón en una inmobiliaria de Mar del Plata.Moscoloni comentó que este jueves le van a mandar la orden para que el médico legista compruebe las lesiones que sufrió durante el asalto. «Espero que el juez no diga que estaba juntando para el arbolito y lo deje en libertad«, advirtió.
En la bolsa que dejó el ladrón en la inmobiliaria había una bolsa con ropa, una biblia y un sobre de las autoridades penitenciarias con su nombre. «Programa de inclusión«, decía, con fecha del 18 de diciembre. Finalmente, a Segura se lo llevaron preso. Otra vez a Batán, ahora a la Unidad 44, y a rezar por la orden de un juez benevolente.
EMJ