Hace varios meses que el Covid ha dejado de ocupar el centro de las preocupaciones de los argentinos y esa realidad se refleja en las estadísticas de vacunación. Cuando se van a cumplir tres años de la llegada de las primeras dosis al país, pese a las indicaciones oficiales hoy son muy pocos los argentinos que respetan el cronograma de inmunización.
Producto de ese “olvido”, en este momento hay en las heladeras provinciales más de 14 millones de vacunas. El stock venía creciendo desde antes del final del Gobierno kirchnerista y casi la mitad de ese volumen (47,9 por ciento) se encuentra en la provincia de Buenos Aires. No se informó qué fecha de vencimiento tienen.
Si se observa el Monitor Público de Vacunación, se están aplicando en promedio unas 3.500 dosis por día. A ese ritmo se necesitarían 4.050 días para poder utilizar esas vacunas, es decir, 11 años. Obviamente no hay vacuna que aguante ese tiempo. Habrá que ver cuál será el destino de un eventual excedente.
Según pudo saber Clarín, los últimos lotes de vacunas bivalentes ingresaron al país la última primavera. Este año ingresaron 4,1 millones de dosis de Pfizer, entre enero y marzo. Mientras que Moderna entregó 2 millones de dosis, con un último lote en septiembre. Los restantes 6 millones son de entregas anteriores.
El stock récord en poder de las provincias se terminó de consolidar a partir de una orden de la nueva administración de Javier Milei, apenas asumió. Según informaron a este medio, el Ministerio de Salud encargó el 12 de diciembre a las empresas que se encargan de la logística que realizaran un nuevo reparto nacional, que desde este jueves se concretó en los diferentes distritos del país.
En la provincia de Buenos Aires, sólo algo más del 3 por ciento de los mayores de 50 años se vacunó en los últimos seis meses. Foto: Marcelo CarrollEl escenario que se describe desde el gobierno bonaerense en un informe publicado esta semana sobre la cobertura de vacunación da cuenta del lugar marginal que el Covid ha pasado a tener en la población. Se da en un contexto en que tanto los casos como las muertes por la enfermedad muestran un sostenido retroceso, a pesar de las renovadas subvariantes de Ómicron que se van sucediendo.
Ya casi en el final de 2023, la cantidad de casos registrados este año fue de 96.684 y la de muertes, 485. El contraste con 2022 es enorme: todavía en tiempos de pandemia (la OMS decretó su final el 5 de mayo pasado) había habido en el país para esta misma altura del año 3.874.394 casos y 12.340 muertes.
Paradójicamente, la letalidad registrada este año es más alta: 0,54 por ciento contra 0,31 por ciento de 2022. Sin embargo, la diferencia se explica por el hecho de que miles de casos de Covid han quedado solapados fuera del sistema sanitario por haberse cursado de forma leve y doméstica. Muchas veces, incluso, sin atención médica.
Volviendo al informe bonaerense, el mayor déficit de vacunación se da en el grupo de bonaerenses mayores de 50 años: “El total de vacunados es de 5.135.502. Entre ellos, el 96,86 por ciento recibieron el último refuerzo hace más de 6 meses”, detalla el último boletín epidemiológico del distrito. Es decir, sólo poco más del 3 por ciento recibió una dosis en el último medio año.
En la provincia de Buenos Aires vive el 38 por ciento de los habitantes del país. Cabe recordar que los mayores de 50, las personas gestantes y aquellas con inmunocompromiso que tengan su esquema primario de 2 o 3 dosis completo, deben recibir un refuerzo cada 6 meses.
“En el grupo de menores de 50 años, el total de personas vacunadas es de 11.320.813, de los cuales el 93,84 por ciento recibió el último refuerzo hace más de 1 año”, agrega el informe.
Se debe tener en cuenta que las personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas u obesidad), personal de salud y personal estratégico deben recibir una dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada. El resto de los menores de 50 deben recibir una dosis por año.
“Al analizar el tiempo transcurrido desde recibida la última dosis en los menores de 50 años, se observa que la mayoría de las últimas aplicaciones de la vacuna Covid-19 en este grupo se concentra entre noviembre de 2021 y febrero de 2022”, explican.
El Monitor Público de Vacunación informa que hasta el momento se han distribuido en las provincias 130.832.992 dosis contra el Covid, de las cuales 116.655.486 fueron aplicadas. Es decir que hay disponibles 14.177.506 dosis.
El récord de dosis acumuladas en Argentina, cuyo destino es incierto si la baja demanda de vacunas por parte de la población se mantiene, no escapa a una realidad que también han atravesado otros países, aun en tiempos de pandemia. En febrero de 2022, cuando conseguir dosis en los países subdesarrollados seguía siendo difícil, Europa ya se disponía a destruir 55 millones de dosis caducadas.
Una medida utilizada por algunas naciones para evitar las contraindicaciones de la abundancia fue la donación de dosis. Argentina le dio ese destino a poco más de 5 millones de dosis, con el principal lote legado a Bolivia y el resto a Vietnam, Filipinas, Mozambique, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Barbados, Kenia y Angola.
PS