10/09/2025 12:19hs.
Sin Miguel Ángel Russo, primero se lo vio en una foto en solitario, después otra con la carpeta en mano hablándoles a los jugadores. A medida que la situación del DT pasó de estudios médicos a varios días de internación, Boca dejó de mostrar solo a los futbolistas en sus redes sociales y empezó a dejar en claro que hay alguien a cargo: Claudio Úbeda, ladero principal de Miguelo con larga y variada experiencia como entrenador principal. Y que hoy tiene la banca de Juan Román Riquelme para seguir al frente en caso de que los médicos no autoricen a Miguel a volver a sus funciones.
¿Quién es Úbeda? De estudiante que quería ser médico -porque en su familia «los libros estaban primero»- a futbolista. De futbolista a DT sin escalas. Pero con mucho aprendizaje en su carrera como marcador central. En Racing entendió que nunca se deben baja los brazos, pasando de la quiebra a salir campeón en 2001 para romper la racha de 35 años sin títulos. Y algo parecido vivió en Huracán con el ascenso en 2007. Mientras que en su etapa en Japón le enseñaron sobre la humildad, el respeto y el gusto por aprender.
Ubeda y Russo en el banco de suplentes.
Como siempre jugó en equipos ofensivos, eso lo identifica. Zoff, Cappa, Babington, Brindisi, Bilardo en las Selecciones Juveniles y Alfio Basile son los entrenadores que siempre mencionó como referentes. «Coco fue un adelantado en la formación de un grupo, hace sentir ganador al jugador y aprendí mucho de él», contó tiempo atrás en El Gráfico.
De jugador a DT en Huracán
Recién retirado como jugador a fines de 2007, Úbeda se lanzó enseguida como DT en el mismo club en el que dejó de jugar. Fue Huracán su primera experiencia. Allí dirigió 24 partidos con un saldo de seis triunfos, siete empates y 11 derrotas. Pero resultó una experiencia corta que no llegó a fin de año y se terminó cuando perdió cuatro de las primeras cinco fechas del Apertura 2008 y el equipo iba último. En su ciclo, un logro importante: hizo debutar a Javier Pastore al que ponía contra la banda en un 4-4-2.
«Siempre agradezco lo que me ha dado la vida. Porque yo quería terminar, jugando en serio. Lograr ese objetivo y después pasar a ser el técnico de un equipo de envergadura e historia como Huracán, no es común», explicó.
Claudio Úbeda, en su paso como DT de Huracán.
Paso fugaz por Mendoza
Luego llegó Independiente Rivadavia en la B Nacional. Apenas siete encuentros alcanzó a dirigir en el 2008: ganó uno, el primero, con goleada 4-1 a Sportivo Italiano, pero después empató otro y perdió cinco. Una salida rápida y sin demasiado margen de trabajo.
Racing, siempre presente
Su identificación con Racing lo fue acercando en distintos momentos. En 2011, mientras integraba el cuerpo técnico de Basile, le tocó dirigir un partido por Copa Argentina frente a Patronato. Más tarde, en 2016, volvió a la Academia como ayudante de Facundo Sava y otra vez quedó al mando en la Copa Argentina ante Olimpia tras la salida del DT.
En la Academia, en la Reserva, tuvo a Lautaro Martínez como su goleador. “Es un gran, gran entrenador”, decía el Toro luego de 11 goles en 16 partidos con el Sifón.
Úbeda y un interinado sin fin en Racing.
Y en 2021, tras la salida de Juan Antonio Pizzi, asumió directamente como entrenador interino: 12 partidos, con tres victorias, seis empates y tres derrotas.
Boca Unidos Corrientes y Magallanes Chile: sus experiencias más duraderas
En el medio de esas etapas en la Academia, Úbeda también pasó por Boca Unidos de Corrientes, ahí sí con más continuidad: 43 partidos entre 2012 y 2013, con 13 triunfos, 15 igualdades y 15 caídas. Pero tras cinco encuentros sin ganar y una jornada en la que los hinchas adornaron el estadio dando vuelta sus banderas, presentó su renuncia.
Luego, en 2015, tuvo una etapa en el fútbol chileno al frente de Magallanes: 14 ganados, 11 empatados y 18 perdidos. “Mi idea es como la de Bielsa y Sampaoli”, se presentó en ese momento frente a la prensa chilena. Pero no pudo ganar ninguno de los últimos diez partidos en los que lo condujo al equipo en la segunda división.
Su etapa como entrenador en clubes, se cerró con una particularidad: perdió más partidos de los que ganó.
Úbeda en Boca Unidos de Corrientes.
La Selección Sub 20: Sudamericano y Mundial
Uno de los hitos fuertes de su carrera llegó en 2016, cuando fue designado técnico de la Selección Argentina Sub 20. Dirigió el Sudamericano y, gracias a una combinación de resultados, logró una clasificació agónica al Mundial de Corea. «Hoy les dije que se acuerden de Maradona, Batista, Pumpido, Ruggeri, Messi, Mascherano, que se reflejaran en ellos y defiendan la camiseta a muerte», reveló eufórico tras la obtención del boleto.
En Mundial no le fue bien. Una derrota 3-0 ante Inglaterra y otra 2-1 ante el seleccionado local complicaron la clasificación a un equipo que tenía a Lautaro Martínez, Esequiel Barco, Exequiel Palacios, Foyth, Senesi, Zaraccho, Lisandro Martínez y Ascacibar. Entre los 21 futbolistas que llevó hubo uno que hoy tiene en Boca: Toto Belmonte, que en ese momento estaba en Lanús.
En total, fueron 12 partidos oficiales con la Sub 20, con cuatro victorias, cuatro empates y cuatro derrotas. En un ciclo que se terminó a mediados de 2017 tras el tropiezo en Corea.
En su paso como DT por Selecciones juveniles, Úbeda dirigió el Mundial junto a Lautaro Martínez.
Ayudante de Russo desde 2021
Más allá de esas experiencias, el gran recorrido de Úbeda en los últimos años estuvo marcado por su cercanía con Russo. Se sumó a su cuerpo técnico en Arabia Saudita (Al-Nassr 2021/22), luego del cierre del segundo ciclo de Miguel en Boca. El Sifón, al igual que el colombiano Juvenal Rodríguez, entraron en lugar de Leandro Somoza y Mariano Herrón.
Claudio Úbeda y Russo en Boca.
También lo acompañó en Rosario Central, donde fueron campeones de la Copa de la Liga 2023, en la reciente etapa en San Lorenzo y ahora en el regreso al Xeneize. Siempre como ladero, pero con la chapa de haber vivido antes lo que significa sentarse solo en el banco.
«Miguel tiene tremenda experiencia que nos deja enseñanzas todos los días. Aprendemos de manejo de grupo, cómo llevar situaciones. Cada partido, el día a día… No son causalidad sus decisiones», dijo poco antes de que se diera la llegada a Boca.
«Tiene un coraje increíble. Tenemos que estar frenándolo, porque tiene una cabeza superadora y está todo el tiempo apuntalando y acompañando. Somos un cuerpo técnico no muy amplio, pero sí unido y él es fundamental».
En Boca, en este momento sin Russo, Úbeda goza de la absoluta confianza de todos. Porque es una realidad que Miguel era la cara visible y la voz principal, pero el Sifón ya venía estando al frente de los trabajos diarios. Y la rutina no se modificó demasiado, más allá del vacío y preocupación que genera la salud o de Miguel. Lo que puede cambia es que tenga que aparecer en un partido por los puntos como DT principal.
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