¿Qué caracteriza a las personas con una estima sana? Fundamentalmente que son libres para soñar en grande. Ellas tienen en claro su deseo, lo cual les brinda la fuerza y la voluntad para perseguirlo y convertirlo en realidad. Tal vez estés pensando: “Con lo mal que me ha ido en la vida, ¿cómo voy a soñar en grande?”. Debes saber que lo importante no es caerse, sino ponerse de pie con rapidez. Por eso, fortalecete, reconocé tus errores, resolvelos y seguí adelante.
¿Sabías que al llegar a este mundo se te asignaron desafíos diseñados para que los superaras? Las dificultades no están ahí para desanimarte, sino para pulirte, fortalecerte y elevar tu autoestima. Tal vez tu sueño requiera reinvenciones —quizá debas rearmarlo por completo—, pero jamás te detengas: la vida siempre abre nuevos caminos cuando persistes. Mientras avanzás hacia lo que anhelás, aprendé a valorar lo que hoy tenés entre tus manos; ese disfrute consciente es el combustible para llegar más lejos.
El secreto para atraer un futuro de éxito radica en disfrutar plenamente lo que hoy tenemos porque, cuando aprendemos a agradecer el presente —con todos sus desafíos— estamos cimentando un mañana mejor. No obstante, para soñar en grande, primero debemos construir una autoestima sólida: esa que nos afirma, nos convierte en personas seguras, capaces de expresar lo que sentimos sin herir a otros. No fuimos creados para la mediocridad, sino para la grandeza… y para ayudar a otros a alcanzarla junto a nosotros.
Los pensamientos de grandeza comienzan con uno mismo. ¿Qué pensamientos solés tener de vos mismo, de vos misma? Pensá lo mejor de vos, lo cual no es, como decimos en Argentina, ser “un agrandado” o un orgulloso, sino saber con certeza quién sos y lo que sos capaz de lograr.
Un grande —que no es lo mismo que un agrandado— se conoce, se ama con equilibrio, se respeta y se cuida, haciendo lo mismo con los demás; nunca deja de avanzar. Vos y yo tenemos todo lo necesario para ser grandes, así que no permitas que nada te detenga: ni para soñar, ni para crecer, ni para triunfar, ni para ser feliz. Date permiso para ser grande, para tomar riesgos inteligentes, porque llevás en vos el ADN del éxito; todo tu potencial ya está dentro tuyo. Sos único, sos valioso, sos grande.