El cierre de listas de Alianza Libertad Avanza terminó de consolidar la sumisión del PRO al oficialismo gobernante. Y Karina Milei, junto a Eduardo «Lule» Menem y el operador bonaerense Sebastián Pareja, orquestaron un cierre de listas basado en el poder territorial, que le dio una patada a los intereses de Santiago Caputo, el funcionario sin cargo. La jefa hizo prevalecer su mando y demostró un total pragmatismo, beneficiando al poder municipal de los intendentes afines al Gobierno, por sobre el ejército de trolls que se hace llamar «Las fuerzas del Cielo».
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El excomisario de la maldita bonaerense, Maximiliano Bondarenko, encabeza la Tercera sección electoral, como aliado de Pareja. Y para la runfla virtual de Santiago Caputo, solo quedó el quinto lugar, con Nahuel Sotelo, secretario de Culto y Civilización. Las Fuerzas del Cielo tenían 20 nombres y pretendían colocar al menos 8 en lugares expectables. Pero los jóvenes fachos quedaron afuera del armado.
De camino al cierre volaron carpetazos para la casta fagocitada, como el que cayó sobre la esposa de Cristian Ritondo. Pero la interna propia de La Libertad Avanza, se juega en la cloaca virtual de la red social X.
Esteban Glavinich, de la cuenta @TraductorTeAma, salió al cruce de Karina Milei. «En mi humilde opinión como ciudadano, cuando uno tiene el poder ejecutivo y necesita sumar aliados, tiene que poner a los más fieles y leales en los cargos legislativos, porque se van a quedar 4 años y son los que tienen que acompañar y cuidar al ejecutivo», comenzó dolido por el desplante. Y agregó: «A los perros reactivos se los tiene con correa; con un poco de doctrina, ellos saben quién manda. Cuando les decís ’sentado’, se sientan, y cuando les decís ’mové la cola’, la mueven. Cuando desobedecen, los echás».
Las indirectas fueron para aquellos miembros del gabinete de los que Javier Milei se fue deshaciendo en lo que va de su mandato. El troll referente también admitió la necesidad de dar espacio a otras fuerzas, como el PRO; pero insistió en el berrinche de quienes afrontan demandas penales por sus constantes insultos, discursos de odio y fakenews en redes sociales. «Hay que escuchar a las miles de personas que trabajaron gratis noche y día para neutralizar los ataques. Yo, personalmente, que soy un outsider siento que no les puedo fallar. El iron dome de Milei está en el amor de la gente, no en la política rentada. Lealtad no es obsecuencia. Argentina será próspera, aunque el partido se ponga difícil», cerró el fanático de extrema derecha.
El sector de Caputito también se jugaba a meter a Mariano Pérez, uno de los pseudoperiodistas provocador que corrió en algunas movilizaciones que fue a «cubrir». A Lucas Luna, joven referente de Tres de Febrero y director titular de la empresa estatal Intercargo, que en 2023 bajaron de la lista al Parlasur por comentarios discriminatorios a la discapacidad de Franco Rinaldi. También querían meter a Soledad Pedernera, militante universitaria del proyecto privatista de la educación. Entre otros jóvenes muy comprometidos con lo más reaccionario que da la política argentina hoy. Ni el Gordo Dan, ni Glavinich, ni ninguno de los mencionados pasó el filtro de la política electoral del Gobierno.
Karina Milei fue contundente. «Acá no se viene a especular. Se viene a defender con uñas y dientes las ideas del Presidente. Y en esa batalla, la lealtad no es una opción: es una condición. Quien cuestione a quienes llevan esa bandera no está criticando un armado; está cuestionando al Presidente mismo y a la causa que nos trajo hasta acá«. Para el poder que quieren consolidar los hermanos Milei, todos y cada uno de los perritos tienen que sentarse y mover la cola, a penas se lo manden. No hay libertad de opinión en el gobierno de la libertad.
Aún así, Javier Milei necesita del ejército de trolls para continuar su pantalla ilusoria y su misión goebbeliana del «Miente, miente, algo queda». No es suficiente el millonario presupuesto destinado en la secretaría que maneja Manuel Adorni. Se necesitan muchas más fakenews y operaciones para lograr tapar el sol con la mano.