Luego de oficializar la puesta en marcha de la privatización de AySA y del Belgrano Cargas, el próximo objetivo del Gobierno está vinculado al sector energético. El Ministerio de Economía se prepara para publicar en el Boletín Oficial la venta de su participación en Transener, la principal compañía encargada del transporte eléctrico de alta tensión en el país.
El Estado posee el 26,32% de Transener de manera indirecta, a través de la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa), que a su vez es dueña del 50% de la Compañía Inversora en Transmisión Eléctrica (Citelec), la sociedad controlante de la transportista, junto con Pampa Energía, la empresa fundada por Marcelo Mindlin.
Citelec tiene el 52,64% de las acciones clase A de Transener. El resto de la participación accionaria se reparte entre la Anses (19,57%) y el capital que cotiza en la Bolsa porteña (27,79%).
El valor actual de la empresa en el mercado ronda los US$600 millones, por lo que el Estado podría vender su participación por algo más de US$150 millones.
“El valor de mercado actual está bastante alto, ya que se han recompuesto los ingresos con el aumento de tarifas. Es 10 veces su Ebitda, el valor que declara la compañía como resultado operativo antes del pago de intereses, impuestos y amortizaciones. Hoy, las empresas argentinas se venden por tres o cuatro veces su Ebitda”, explicó un economista con experiencia en el sector público y conocimiento del mercado.
Transener tiene a su cargo la operación y el mantenimiento de 15.000 kilómetros del sistema de extra alta tensión de 500 kV. Opera el 85 % de la red y supervisa el 15 % restante.
“La demanda de electricidad creció 117% entre 2002 y 2024. En el mismo período, el sistema de transporte se expandió apenas un 54%. Desde un punto de vista cuantitativo, el diagnóstico es claro: tenemos un sistema fuertemente saturado, lo que genera mayores costos de mantenimiento. Por un lado, el equipamiento opera con más estrés y exigencia; por otro, se vuelve muy difícil realizar tareas de mantenimiento durante días hábiles y horarios normales. Esto implica un sobrecosto, ya que se debe trabajar mayormente fuera del horario habitual”, señaló Pablo Tarca, director general de Transener, en la última audiencia pública, realizada en febrero pasado.
El congelamiento de tarifas y los mecanismos de ajuste discrecional aplicados en las últimas décadas han tenido un impacto negativo en el sistema eléctrico, que se encuentra en emergencia económica desde 2002, con excepción del período 2017-2019.
La concesión de Transener comenzó en 1993. Desde entonces, en 20 de los últimos 33 años el sector convivió con situaciones de emergencia económica, lo que derivó en una fuerte restricción de inversiones y en una baja rentabilidad.
El proceso de venta de Transener coincidirá con la licitación para expandir la red de líneas eléctricas de alta tensión, que será lanzada próximamente por el Gobierno, una vez publicados los pliegos.
Las obras previstas son tres:
Estos tres proyectos demandarán en conjunto una inversión superior a los US$ 1900 millones. El financiamiento estará a cargo de las empresas adjudicatarias, que también serán responsables de la construcción, operación y mantenimiento de las líneas. La inversión será recuperada mediante un canon que se cobrará a los usuarios beneficiarios a través del esquema tarifario una vez que las líneas entren en funcionamiento.
En los próximos meses también se esperan definiciones sobre la licitación de las centrales hidroeléctricas del Comahue (El Chocón, Alicurá, Cerros Colorados y Piedra del Águila). Las principales empresas interesadas son Enel, AES y Central Puerto.
Mediante el Decreto 495/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, el Gobierno prorrogó por 20 años la licencia de transporte de gas por redes a Transportadora de Gas del Sur (TGS), a partir del 28 de diciembre de 2027. La concesión original había sido otorgada en 1992 por un plazo de 35 años.
TGS es controlada por la sociedad Compañía de Inversiones de Energía (Ciesa), que posee el 51 % del capital social. A su vez, Ciesa está compuesta por un 51% de acciones en manos de Pampa Energía y un 27,1% perteneciente a la familia Sielecki (fundadora del laboratorio Phoenix).
El 22,9% restante de las acciones de Ciesa está en manos del Grupo Safra, de origen brasileño, que actualmente construye un edificio de oficinas en el microcentro porteño, diseñado por el arquitecto inglés Norman Foster.
El 49% restante del capital accionario de TGS se distribuye del siguiente modo: un 24% en manos de la Anses; un 20% cotiza en Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) y en la Bolsa de Nueva York (NYSE), y el 5% restante corresponde a acciones propias de TGS mantenidas en cartera.
TGS transporta aproximadamente el 60% del gas consumido en el país, a través de más de 9000 kilómetros de gasoductos, con una capacidad contratada en firme de 83,4 millones de metros cúbicos por día (m³/d). Además, es la operadora del gasoducto Perito Moreno (antes llamado presidente Néstor Kirchner), que conecta Vaca Muerta con Buenos Aires.