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La tensión sigue en aumento y se teme que ocurra una masacre en la región.
La provincia siria de Sweida se convirtió en el epicentro de una nueva escalada de violencia sectaria, que parece haber empeorado luego de la retirada de las tropas régimen de Ahmed al-Sharaa, tras haber acordado un alto el fuego con las facciones drusas e Israel.
En las últimas horas, miles de combatientes de tribus árabes beduinas, muchos de ellos extremistas islámicos, comenzaron a movilizarse hacia el sur del país, en lo que se perfila como una ofensiva masiva contra los drusos, que actualmente se encargan de la seguridad local y están en duros combates con los beduinos de la zona.
Según diversas fuentes locales e internacionales, más de 10.000 hombres armados provenientes de clanes tribales de las provincias de Hama, Homs, Deir ez-Zor y la periferia de Damasco ingresaron, o van camino a ingresar, a Sweida por al menos dos corredores principales. De confirmarse este numero, se trata de una de las mayores movilizaciones tribales en Siria desde el inicio de la guerra civil hace más de una década.
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“Vinimos a salvar a nuestro pueblo. Los crímenes cometidos por los drusos no quedarán impunes. Liberaremos Sweida con nuestras propias manos”, amenazó uno de los jefes tribales llegados desde el norte, en declaraciones recogidas por medios sirios. Estos hechos prendieron las alarmas en la comunidad internacional, ya que se teme una guerra abierta de carácter sectario, entre comunidades drusas y árabes suníes.
La escalada en los enfrentamientos comenzó tras la retirada oficial del Ejército sirio de la provincia, que fue pactada en un acuerdo de cese de hostilidades mediado por actores internacionales, incluyendo Estados Unidos y otros países árabes. Bajo ese entendimiento, las fuerzas de seguridad del régimen cedieron el control territorial a las autoridades religiosas drusas y sus milicias locales, con el objetivo de mantener la paz interna.
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Sin embargo, la situación se deterioró rápidamente cuando milicias tribales aprovecharon el vacío de poder y comenzaron a capturar comunidades, provocando violentos enfrentamientos con las facciones drusas. Organizaciones humanitarias reportan más de 600 muertos y más de 80.000 desplazados desde el inicio de los enfrentamientos hace cinco días.
La tensión sigue en aumento y analistas temen que la irrupción masiva de fuerzas tribales y yihadistas no solo provoque una masacre en Sweida, sino que marque el inicio de un nuevo ciclo de guerra civil con fuerte contenido sectario, algo que Siria no ha logrado superar desde los estallidos de 2011.
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