Esta semana salió a la luz que una banda generada por IA ya tiene más de un millón deoyentes y produce ganancias que, aparentemente, van directo a engrosar las arcas de los dueños de Spotify. Hablamos de The Velvet Sundown.
El crecimiento de esta falsa banda se dio gracias a que la plataforma puso los temas generados por inteligencia artificial en las listas de descubrimiento semanal de millones de personas alrededor del mundo.
Desde sus inicios, funciones como las listas de reproducción New Music y Discover se basaron en algoritmos de aprendizaje automático que acercaban nueva música en base al proceso de etiquetado por IA que tiene desarrollado Spotify.
Un poco de historia
El uso de inteligencia artificial para la creación de música por parte de la plataforma ya había sido denunciado hace varios años, ante la aparición de versiones de temas y algunos originales. Como en el caso de otras redes sociales las denuncias llegan por investigación de usuarios o ex trabajadores, pero poco se profundiza por otros canales.
El único caso conocido que llego a la justicia fue el de Michael Smith, que usando inteligencia artificial para la creación de canciones y bots para su reproducción consiguió ganar 10 millones de dólares a través de las plataformas de streaming de música.
¿Y para los artistas?
Es conocido que la busqueda de rentabilidad ha llevado a que los artistas para ganar un dólar necesitan que su canción se reproduzca entre 200 y 300 veces, lo que implica que un oyente deba dedicar más de doscientas ocasiones o varios minutos de su vida escuchandola.
A la vez, Spotify exige que la canción se reproduzca más de 1.000 veces en los últimos 12 meses para que puedas cobrar esos derechos.
Las plataformas son hoy un espacio indispensable para los musicos y hacerse conocer, aunque son quizá la cara más brutal de la extracción de ganancia con millones generados por estas empresas y muy poco llegando a sus bolsillos.
Los empresarios no tienen sector
En esta misma semana Daniel Ek, CEO de Spotify, invirtió 600 millones de euros en drones militares como parte de su búsqueda de diversificar sus ganancias. El dinero fue destinado a la empresa alemana Helsing AI que comenzó con una aplicación que usa cantidades masivas de datos de sensores militares, radares y sistemas de armas, y luego utiliza la IA para crear visualizaciones intuitivas y en tiempo real de lo que está sucediendo en el campo de batalla.
Estos hechos concatenados llevaron a que artistas de talla mundial como el cantante de Café Tacuba, Rubén Albarrán, llamen a boicotear la aplicación. Denunciando que las herramientas financiadas por esta empresa se usan alrededor del mundo para la masacre de pueblos y la explotación que el sitio impone a los artistas y mientras promueve la inteligencia artificial en el arte.
Hoy más que nunca necesitamos pensar caminos alternativos frente a tanta ultraderecha y CEOs que nos explotan, con unidad desde abajo peleando por garantizar nuestros derechos como artistas a hacer y vivir del arte, que priorice el derecho democratico a que todos puedan, en el caso de la música, escuchar y ser escuchados.
En la Argentina esto implica plantarse contra Milei y sus cómplices, quienes lo avalan y quienes lo dejan gobernar, poniendo el arte en la trinchera. Saliendo a bancar al Garrahan y sus trabajadores, a los jubilados y a todos a los queeste gobierno nos está quitando todo. En eso estamos en La Colectiva Red Cultural y en el MST en el Frente de Izquierda Unidad y te invitamos a ser parte.