sábado, 5 julio, 2025
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Nicaragua. Declaración sobre el asesinato de Roberto Samcam

Crimen de Estado, terrorismo transfronterizo y brutal advertencia contra el exilio organizado

El asesinato del mayor en retiro Roberto Samcam Ruiz, cometido el pasado 19 de junio en Costa Rica, no es un hecho aislado. Es un crimen político premeditado, ejecutado en el marco de persecución transnacional del régimen Ortega-Murillo, con el claro objetivo de sembrar el miedo entre quienes, desde el exilio, seguimos denunciando y resistiendo su dictadura.

Roberto Samcam, excombatiente del Frente Sandinista y figura crítica desde hace más de una década, fue asesinado de ocho disparos a manos de un sicario que fingió ser un vecino. Este ataque, dirigido contra un opositor y analista político muy importante que denuncio públicamente la corrupción, el militarismo y la represión estatal, confirma la existencia de una maquinaria de espionaje y persecución operando más allá de las fronteras nicaragüenses. No se trata de un ajuste de cuentas personal: se trata de terrorismo de Estado ejecutado en territorio extranjero.

Samcam, como muchos cuadros históricos del sandinismo que se rebelaron contra la traición del orteguismo, se exilió en 2018 tras la sangrienta represión a la insurrección popular. Desde entonces, fue una voz que no calló. Denunció la penetración del orteguismo en las estructuras militares, sostuvo públicamente su apoyo a la rebelión de Jinotepe y Carazo, y participó en la articulación del Grupo Patriótico de Militares Retirados. Por todo ello, fue objetivo político del régimen. Su muerte tiene responsables claros: el Estado criminal de Nicaragua y su red de inteligencia y sicariato que opera desde sus embajadas y consulados.

Desde Alternativa Anticapitalista, sección nicaragüense de la Liga Internacional Socialista, denunciamos a la dictadura de Ortega y Murillo como autores intelectuales de este crimen político. Y también denunciamos la complicidad pasiva del Estado costarricense, cuya indiferencia ante las múltiples denuncias de persecución, espionaje y atentados —como los sufridos por Joao Maldonado o el asesinato de Rodolfo “Piel” Rojas— lo convierte en responsable por omisión de los riesgos que enfrentamos los exiliados y refugiados. Como bien documentamos en el Informe Final de la Comisión Internacional por la vida y libertad de todas las personas presas políticas en Nicaragua que impulsamos en 2022.

La dictadura ya no se sostiene en la legitimidad, sino en el miedo. Su represión ha entrado en una nueva fase: la de la cacería selectiva fuera del país, buscando neutralizar la oposición activa en el exilio. No les basta con el encarcelamiento, la tortura o el destierro. Ahora apelan a la bala. Pero lo que no entienden es que el miedo no nos paraliza: nos organiza.

Recordamos a Samcam como un defensor de los derechos humanos, como un militante con el que tuvimos diferencias políticas, pero con quien compartimos la lucha frontal contra una dictadura criminal. Frente al intento de silenciarlo, respondemos con más organización, más unidad, más internacionalismo.

Rechazamos, además, el oportunismo político de gobiernos como el de Rodrigo Chaves o el Departamento de Estado de EE.UU., que condenan con una mano mientras con la otra financian y legitiman otras dictaduras o aparatos represivos en América Latina. No hay dictadura buena ni represor aceptable. Ortega, Maduro y Díaz-Canel forman parte de una misma red de autoritarismo que usa la retórica antiimperialista para esconder el capitalismo de Estado, el enriquecimiento de sus cúpulas y la violación sistemática de los derechos humanos.

Frente a esta ofensiva criminal, hacemos un llamado urgente a fortalecer la unidad en el exilio, a profundizar las redes de protección para defensores de derechos humanos y activistas, y a construir una respuesta internacionalista, militante y popular contra la represión.

Hemos lanzado una campaña internacional conjunta con compañeras y compañeros de Venezuela y Cuba, por la libertad de todas las personas presas políticas y contra la represión en nuestros países. Proponemos la creación de una Comisión Internacional Independiente que investigue todos estos crímenes y prepare la base para un Tribunal Popular de los pueblos, donde el juicio ético y político sirva como precedente para la justicia real.

Te invitamos a sumarte a esta campaña y organicemos la respuesta a la dictadura firmando el Manifiesto Internacional.

Por un Movimiento Internacional contra la represión y por la libertad de todas las personas presas políticas.

Porque solo el pueblo salva al pueblo. Fuera Ortega-Murillo. Juicio y castigo a los responsables de los crímenes de lesa humanidad y sus cómplices.

Por Alternativa Anticapitalista

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