El gobierno logró sacar por consenso el documento por el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas. En la previa había muchas dudas porque el alineamiento de Javier Milei con Israel genera tensiones con los países árabes que proponen una desescalada y ven como una provocación el cambio de embajada de Tel Aviv a Jerusalén.
En este marco, como ocurrió el año pasado, el alineamiento de la política exterior libertaria nuevamente ponía en riesgo el documento de consenso, algo que debería ser un tramite administrativo. Incluso hasta último momento esto no estaba del todo garantizado.
Un diplomático que estuvo al tanto de las negociaciones dijo a LPO que «si se escuchan los discursos con entendimiento diplomático se ve que no fue un logro. Un consenso atado con alambre (sobre todo por las intervenciones de Timor Leste y Antigua), discursos anodinos de los demás e incluso de Venezuela que aprovechó para meter el tema del Esequibo (la disputa territorial que tiene con Guyana)».
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El diplomático consultado destacó el trabajo del cónsul en Nueva York, Gerardo Díaz Bartolomé, quien fue el que trabajó el tema Malvinas durante el kirchnerismo. Díaz Bartolomé conoce el tema y fue el responsable de prensa durante la gestión de Diana Mondino hasta ser nombrado en esta nueva sede.
«Bartolomé conoce a toda la gente en el Comité y se puso al hombro el tema. Le salvó las papas estos meses al embajador en la ONU, Francisco Tropepi, que no tiene experiencia multilateral ni antecedentes profesionales. Hasta hizo gestiones personales con Antigua y Barbuda y Timor Leste», remarcó la fuente consultada.
Finalmente caímos en manos de los bolivarianos. Hablaron a favor de nosotros Venezuela, Bolivia, Cuba, Chile y China. Menos mal que entendieron que Argentina está por encima del gobierno de turno.
En efecto, las negociaciones no fueron sencillas pero se alcanzó el consenso. «Finalmente caímos en manos de los bolivarianos. Hablaron a favor de nosotros Venezuela, Bolivia, Cuba, Chile y China. Menos mal que entendieron que Argentina está por encima del gobierno de turno», agregó.
Sobre los países árabes, el diplomático explicó que decidieron no expresarse en contra de Argentina «porque del otro lado está Inglaterra» pero remarcó que «el enojo se mantiene» por la decisión de Milei de mudar la embajada a Jerusalem.
En su discurso, el canciller Gerardo Werthein sostuvo que «el reclamo de la Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes», y consideró «que existen condiciones favorables para abrir una nueva etapa de diálogo» con el Reino Unido «que permita abordar de manera constructiva todos los temas de interés mutuo, incluyendo la cuestión de soberanía».
Existen condiciones favorables para abrir una nueva etapa de diálogo con el Reino Unido, que permita abordar de manera constructiva todos los temas de interés mutuo, incluyendo la cuestión de soberanía de Malvinas.
Werthein criticó la «presencia militar desproporcionada en las islas» y las «decisiones unilaterales» por parte de Londres y reiteró la plena disposición de la Argentina a reanudar «negociaciones bilaterales sustantivas» con el gobierno británico.
El documento aprobado destacó que en Malvinas debe darse la solución pacífica de la disputa de soberanía entre las únicas dos partes de la controversia: la Argentina y el Reino Unido. Asimismo, la resolución reiteró su firme apoyo a la misión de buenos oficios del secretario General de la ONU, Antonio Guterres, a fin de ayudar a las partes a cumplir lo solicitado por la Asamblea General en sus resoluciones.