Bayern Múnich sufrió una baja inesperada a días de su debut en el Mundial de Clubes 2025. Leroy Sané, una de sus principales figuras ofensivas, dejará la institución y no será parte del certamen internacional en el que los alemanes comparten grupo con Boca, Benfica y Auckland City.
El atacante alemán ya tiene todo acordado con Galatasaray, club con el que firmará hasta 2028 tras salir libre. Según confirmó el periodista Florian Plettenberg, los clubes alcanzaron un entendimiento total y el extremo no disputará la cita mundialista. Incluso, ya se hizo el chequeo médico con la institución turca, donde compartirá equipo con jugadores como Mauro Icardi y Victor Osimhen.
Sané culminaba su contrato a fines de junio, pero decidió no renovarlo y abandonar el club antes. Su decisión sorprendió incluso al entorno del club bávaro, considerando que había sido una pieza clave para el entrenador Vincent Kompany, quien lo utilizó como titular indiscutido.
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En la temporada 2024/25, el extremo jugó 45 partidos, convirtió 13 goles y dio seis asistencias en todas las competiciones. A pesar de los intentos del Bayern por retenerlo, optó por un nuevo desafío. No le sedujo ni la reciente conquista de la Bundesliga ni el proyecto a futuro liderado por Kompany.
Su salida deja al equipo alemán con una importante falencia ofensiva justo antes de medirse con el Xeneize, en uno de los duelos más esperados del certamen. Pero la pérdida del delantero no es la única preocupación del Bayern: también se encuentran descartados por lesión Alphonso Davies, Dayot Upamecano, Hiroki Ito, Kim Min-Jae y el arquero Manuel Neuer, todos con problemas físicos que los marginan del torneo.
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El equipo alemán debutará este domingo frente a Auckland City, luego enfrentará a Boca el viernes y cerrará su participación en el Grupo C ante Benfica. La ausencia de Sané obliga a Kompany a repensar su esquema y buscar soluciones rápidas en un contexto exigente.
Con el plantel diezmado, los bávaros llegan a la Copa del Mundo con más incertidumbres que certezas. La salida del talentoso extremo de 27 años no solo afecta al equipo en lo deportivo, sino que también representa una baja anímica significativa de cara a una competencia que pondrá a prueba su jerarquía frente a rivales de peso.
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