Este lunes, el INDEC informó que el 38,1% de las personas se ubicó por debajo de la línea de pobreza en el segundo semestre de 2024, mostrando caídas con respecto al 52,9% del primer semestre y al 41,7% registrado en el segundo semestre de 2023. Se trata del menor índice semestral desde 2022.
Tras conocerse el dato, el presidente Javier Milei celebró con un posteo en X: «La pobreza cayó muy fuertemente. La baja de la inflación, el crecimiento del nivel de actividad y las políticas que ha impulsado el Ministerio de Capital Humano han sacado de la pobreza a más de 8 millones de personas. Si se considera el dato punta la baja en la cantidad de pobres es de más de 10 millones de personas”
Sin embargo, para Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina-UCA, “detrás de las mejoras en las estadísticas de pobreza no hay mucho para festejar”.
Javier Milei celebró el dato de caída de la pobreza y se lo dedicó a los «mandriles econochantas»
En su análisis, Salvia considera que buena parte de la mejora se logra comparando los cuartos trimestres de 2023 y 2024, un período de recesión con devaluación, liberalización de precios y políticas de ajuste, a partir justamente de diciembre. “Si comparamos el tercer trimestre entre ambos años estamos casi empatados (38,2% en 3T de 24 vs 39,2% en 3T de 23). Aunque es cierto, con un escenario macro distinto, la inflación y estabilidad macroeconómica son un valor agregado muy importante. Sin embargo, nada cambió significativamente si consideramos el nivel de empleo y el valor real de las remuneraciones y haberes. En promedio son muy similares a la situación del tercer trimestre de 2023”, comentó.
Para el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina-UCA, “la única y efectiva solución a la pobreza estructural y al empobrecimiento de las clases medias, es motorizar la inversión y el empleo en la pequeña y mediana empresa. Para ello se requiere una mayor oferta de bienes y servicios para el mercado interno y para la exportación, con más tecnología y productividad, y, por supuesto, mejores salarios reales”.
Ingresos y consumo
Salvia observa una recuperación de los ingresos con respecto a lo peor de los efectos de las políticas de ajuste, es decir el primer trimestre o semestre de 2024. Sin embargo, “esa recuperación tuvo lugar para quienes tenían (y no perdieron) un empleo formal en el sector privado, con respecto a la fuerte caída que tuvieron en el primer trimestre de 2024. Pero no es la situación de los empleados públicos (10% por debajo en términos reales) ni de los empleados precarios o de subsistencia. Tampoco aumentó el empleo formal, el cual se mantiene casi igual o por debajo de 2023 según el período que considere”.
Por otra parte, Salvia tampoco observa una recuperación real en la capacidad de consumo corriente de los hogares, ya que el desfasaje entre la composición de la canasta del IPC y el peso relativo real de los servicios básicos y el transporte luego de la paulatina reducción de los subsidios “muestra un escenario donde los hogares ven reducida su capacidad de consumo corriente, pero que no está reflejada fielmente en las estadísticas de pobreza. Por eso decimos que detrás de las mejoras en los estadísticos de pobreza no hay mucho para festejar”.
“La situación está estable, no estallaron las variables sociales, pero tampoco hay mejoras significativas frente a lo mal que estábamos cuando estábamos mal. Es cierto que podría haber sido peor, y como dije, la estabilidad macroeconómica es un bien que debemos cuidar, mucho más por el hecho de que todavía estamos transitando una crisis sistémica en materia económica de la que no es tan fácil salir sólo con la baja de la inflación”, sostuvo Salvia.
LM