Este miércoles, entró en vigencia la suba de aranceles del 25% que dispuso Donald Trump al ingreso de acero y aluminio, lo que afectará a exportaciones argentinas por US$ 600 millones en un contexto de preocupación también por la crisis que vive el sector, con una caída de la producción local.
Mientras la industria espera que el Gobierno avance con las negociaciones para retrotraer la medida o aliviar su impacto, o logre un tratado de libre comercio o un acuerdo de aranceles recíprocos, la Cámara Argentina del Acero exige una “respuesta coordinada” entre ambos países, más allá de entender a la decisión como una prevención ante la amenaza de la competencia desleal de China como principal productor del mundo, con una participación del 54% en acero y más del 51% en productos terminados.
En ese sentido, la siderurgia global sufre sobreproducción traccionada por el gigante asiático, que también es hoy el mayor exportador de acero del mundo, con más de 94 millones de toneladas.
En 2024, la fabricación global alcanzó 1.883 millones de toneladas, de las cuales más de 1.000 millones correspondieron a China, que en poco más de 30 años aumentó 20 puntos su cuota de mercado. En cambio, la Argentina representa apenas el 0,2% de la producción total con 3,9 millones de toneladas fabricadas en 2024.
“Los Estados Unidos le solicitó al país productos de acero como insumos para su proceso productivo. Esta importación fue autorizada por los organismos norteamericanos competentes”, destacó la Cámara en relación a los envíos nacionales.
La referencia hace alusión a la norma Sección 232 que se impuso en 2018, por la cual los Estados Unidos determinó aranceles y cupos, que ahora modificó. En ese marco, la Argentina negoció la exportación de 180.000 toneladas de productos de acero por año, de las cuales 150.000 toneladas fueron de tubos petroleros aportados por Tenaris, del grupo Techint, que comanda Paolo Rocca.
En 2018, también se acordaron “exclusiones”, permitiendo la exportación de productos de acero argentino en el caso de que no haya fabricación estadounidense en cantidad o calidad. Pero en 2021, los Estados Unidos endureció el antidumping y el año pasado los despachos de tubos bajaron a cero.
Así fue que en 2023 y 2024, la Argentina exportó bienes complementarios por US$ 100 millones y US$ 110 millones, respectivamente. Por eso, Acindar, en manos del grupo brasileño ArcelorMittal, dejó de venderle a los Estados Unidos cuando este fijó un cupo ínfimo para aceros largos.
A partir de este 12 de marzo, además de que todas las importaciones que haga los Estados Unidos de artículos de acero y derivados de él tendrán el 25% extra de arancel, se eliminarán cuotas y exclusiones vigentes, y se ampliará el alcance a “artículos derivados”, aunque aún no se conocen las especificaciones.
La Cámara señaló que la Argentina siempre “cumplió estrictamente con los volúmenes acordados” y advirtió que la decisión de Trump puede generar “desvíos ante el cierre del mercado de los Estados Unidos, con la búsqueda de destinos de fácil penetración comercial”.
En el caso del aluminio, el sector exporta US$ 500 millones anuales, con Aluar, del empresario Javier Madanes Quintanilla, como única productora con capacidad instalada de 460.000 toneladas, que le vende a los Estados Unidos el 40% de su producción.
Fuentes allegadas a la firma señalaron: “De similar forma que el resto del mercado, estamos en la expectativa de que los Estados Unidos termine de clarificar sus reglas arancelarias a aplicar, y sobre esa base ver qué tratamiento logra acordar la Argentina”.
El acero y aluminio, en crisis
La industria de metales básicos (siderurgia, aluminio y fundición de metales) cerró 2024 con una caída del 17,5%, la peor desde la pandemia, según el Indec. Siderurgia y fundición fueron las que más se contrajeron, 22,6% y 17,6%, respectivamente, por el recorte de la demanda interna de sectores como la construcción, el metalmecánico y el automotriz.
La crisis excede al país. Según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), la producción de acero crudo cayó un 3,6% en América Latina en 2024, a 56,2 millones de toneladas. La Argentina protagonizó la segunda mayor caída regional, con 21,6%, detrás de Chile, con 29,1%. En tercer lugar, se ubicó México, con 14,8%.