Ole, ole, ole… Esa fue la música que sonó anoche en el Libertadores de América, una música que hacía rato, mucho rato, que no se escuchaba en el estadio del Rojo. Pero ayer el equipo lo justificó: jugó muy bien, generó muchas situaciones de gol y le ganó 2-0 a Instituto, un triunfo que le permite seguir prendido entre los punteros de la Zona B.
Durante el primer tiempo Independiente dominó el juego pero no logró concretar las situaciones. La más clara fue del extremo derecho Santiago Montiel a los 21 minutos, luego de que le pegara con la zurda desde afuera del área al lado del palo izquierdo del arquero Manuel Roffo.
Las emociones llegaron en la segunda etapa. A los 8 minutos Angulo puso en ventaja al Rojo luego de una gran jugada colectiva: Diego Tarzia le dio un pase a Luciano Cabral, que dejó pasar el balón para que el colombiano se metiera dentro del área y definiera de gran manera frente a Roffo.
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Un penal por una falta a Loyola le dio el 2-0 al equipo de Vaccari. Fue Federico Mancuello el encargado de convertir, luego de que se la cruzó al arquero Roffo y así amplió la ventaja del Rojo frente a Instituto.
Cerca del final, Santiago Hidalgo anotaba el 3-0 que sellaba la goleada de Independiente, y a su vez convertía su primer gol en el estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini, pero el árbitro Yael Falcón Pérez anuló el tanto tras una revisión del VAR por un offside imperceptible de Ignacio Maestro Puch.
Con este triunfo Independiente se recuperó del empate ante Platense de la fecha pasada, mostró un juego sólido y sigue prendido en la pelea por liderar la Zona B.