sábado, 28 diciembre, 2024
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«Vision board»: la forma de pedir los deseos para el 2025 que es furor en las redes sociales

Basta con tipear la expresión “vision board 2025” en Canva, la aplicación gratuita en la que cualquiera puede hacer un diseño, para que el resultado devuelva 20.000 plantillas a partir de las cuales elaborar la nueva versión que tienen los históricos objetivos de año nuevo. Ya no alcanza con prometernos hacer más ejercicio, comer menos ultraprocesados y aprender inglés en los próximos 12 meses: hay que escribirlo e ilustrarlo en un collage.

Los vision boards se convirtieron en tendencia en las redes sociales en este fin de diciembre. En TikTok e Instagram proliferan los videos de usuarios que enseñan a hacerlos, sugieren frases inspiradoras y, por supuesto, muestran los propios.

También se los llama tablero de visión, tablero o collage de sueños. «Es una representación gráfica y tangible de tus deseos, expectativas, objetivos, ideas, intenciones… Puede tener la forma de una hoja con dibujos, un corcho con imágenes, un mural, un collage o un mapa mental», explica Ana Dorado, graduada en Diseño Gráfico y hoy facilitadora en visual thinking después de formarse en metodologías ágiles, coaching y neurociencias.

Ella creó un método que llama “fórmula dorada” con el que da capacitaciones a empresas y particulares, explica que no es necesario saber dibujar y que el mapa de sueños se hace “creando un collage de tu visión: ¿cómo sería el día en que se cumple aquello que hoy anhelo?«. Asegura que al visualizar se puede convertir las ideas en algo tangible, priorizar mejor e identificar las creencias limitantes, “esas voces que te dicen que no es posible”.

Los que se dedican al visual thinking aseguran que diseñar y tener presente esa lista de metas ayuda a que sea más fácil conseguirlas, y se fundamentan en el Sistema Reticular Activador Ascendente (SARA), una red del cerebro que filtra la información que recibimos y decide en qué enfocamos nuestra atención. Es lo que hace que, por ejemplo, cuando pensamos en comprarnos un determinado modelo de auto, empezamos a ver todo el tiempo ese auto por la calle.

Visual thinking, la técnica para poner en imágenes ideas y objetivos. Foto Ana Dorado

Esa visualización de objetivos, afirman, permite que el SARA se active y ayude a detectar oportunidades relacionadas con esas metas. Y en lo visual –se dice que el cerebro procesa las imágenes mucho más rápido que el texto– se ponen en juego también la dopamina y la recompensa anticipada: si tengo una imagen hermosa de ese futuro soñado, la anticipación de la recompensa puede activar los sistemas dopamínicos, generar placer y regular el campo atencional.

No obstante, la evidencia científica respecto de este tema publicada en revistas de prestigio es aún escasa.

Desde la visión del psicología, Agustina Fernández, psicoanalista y coordinadora del Centro Bleger de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), dice que muchas ramas de la psicología trabajan por objetivos a cumplir. Y, en este sentido, los vision boards pueden servir “para visualizar más claro algunos objetivos personales y tomar conciencia de cuánto alguien se dirige a lo que se propone. El punto clave es no creer que con solo visualizarlos, mágicamente se van a cumplir”.

Visualizar objetivos. Los «vision board» son furor en las redes en este fin de año. Foto Shutterstock

Fernández marca algo importante: los vision boards trabajan con deseos conscientes, y “desde el psicoanálisis sabemos que las cosas no son tan simples: a veces los sujetos se proponen algo y van en la dirección contraria”.

Jorge Catelli, psicoanalista y miembro de la Comisión Directiva de APA, tiene una mirada crítica sobre estas herramientas. Dice que hoy se están conociendo como una novedad, pero que en realidad son técnicas muy antiguas a las que se les va cambiando el nombre “en un intento de olvidar que siempre conducen al fracaso de efectos duraderos”. Recuerda, yendo para atrás en el tiempo, la programación neurolingüística en los 90 y el control mental en los 80. Y mucho más atrás, se remonta hasta la hipnosis en la prehistoria del psicoanálisis, que llevó a Sigmund Freud a descubrir “que era una práctica fallida”.

Planes para el 2025. Los objetivos de Año Nuevo, ahora en una nueva versión. Foto Shutterstock

“Todas estas prácticas de concentración, visualizaciones y programaciones mentales intentan desconocer dos factores fundamentales que han revolucionado a la humanidad: el descubrimiento de lo inconsciente y del sujeto dividido. La ‘psicología del yo’ desconoce la división subjetiva, desconoce lo inconsciente como algo que inevitablemente irrumpe y los psicoanalistas privilegiamos para escuchar. Representa solamente un pedacito pequeño y frágil de lo que constituye la riqueza del aparato psíquico”, analiza.

Dorado dice que hay dos cuestiones clave para que un vision board funcione. “La emoción desde la cual hacer las intenciones y la importancia de pasar a la acción y los pequeños pasos. Para que sea realmente aplicable a lo concreto”, concluye.

AS

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