Te quedaste medio dormido con el tele prendido y cuando despertás está Horacio Cabak haciendo un stand up en el Late Night Hair Recovery, programa que va a la medianoche por la TV Pública. Teatro lleno -es el Lola Membrives-, banda en vivo, invitados con presunto canje y chistes afines.
Muchas modas aparecieron porque un hombre o una mujer ilustre quiso tratar alguna imperfección. El pelo fingido, en todas sus expresiones (quincho vale), es el adorno más preciado. Como si la cabellera de una persona pudiera decir más que mil palabras. Así, la peluca de Charles Baudelaire, así las paradojas capilares de Elton John.
El zapping de la noche más oscura nos condujo a los enlatados módicos de la TV Pública, en su misión de competir con una especie probada y adictiva como Leiva Joyas. El que no haya pasado por ahí que arroje el primer control remoto. Horas y horas de programas de tasadores de piedras preciosas con la milf que levanta el teléfono de línea y dice: “¿Me preparás cinco millones, por favor?”.
Técnicamente estamos hablando de «infomerciales», esa clase de programación paga que produce un tierno equívoco y puede durar igual que cualquier programa. Movidas que, por lo general, se hacen fuera de las horas pico, y más bien de madrugada.
Planilla en mano
Cifras del martes 3 de diciembre, por ejemplo. Según Kantar Ibope Media, la medianoche de la TV Pública es más under que el tango queer: Feliz vida (0,1 punto), Hair Recovery (¡0,0!) y El valor de tus joyas (¡¡0,0!!). El miércoles 4 también promedió 0 punto.
Para Cabak, auténtico todoterreno, debe ser un sueño cumplido. “Hace 25 años que trabajo en la tele y la verdad que tuve la posibilidad de hacer un montón de formatos distintos. Salvo en Canal 7 -dijo hace no tanto- trabajé en todos los canales de aire. Eso me pone muy contento».
Desde Bloc de Moda (www.blocdemoda.com), un medio digital pionero en América Latina, entienden que la marca capilar «invierte bien» para dar a conocer el contexto cultural, «tomando un tema sensible» y filtrándolo sin dramas a modo de late night. «Ofrecen la recuperación capilar y lo hacen demostrando sus valores. En este caso, llevar famosos para garantizar el posicionamiento«.
Un equivalente al antiage, pero sin que se note la preocupación, nos hace saber Lorena Pérez, fundadora del sitio. «El valor está en que te dicen que van a salvarte de ser pelado, y lo hacen con acciones creíbles y cercanas. A la mujer le explican que el tiempo se le pasó, pero que el producto antiage lo puede reparar. La marca de cuidados capilares, en cambio, le dice al hombre que nunca es tarde«.
El asco que da tu sociedad
Nada de calvas lustrosas en este late night. Si viviera Luca Prodan, que encima se pelaba por el asco que le daba tu sociedad, sería directamente declarado persona no grata. Ni hablar de Sebastián Wainraich (conduce otro late night show, por El Trece, La noche perfecta).
«Mirar mucha televisión es ver mucha publicidad. Los calvos no existían. Al menos ninguno usaba un desodorante y enloquecía a las mujeres, ninguno manejaba autos caros o vestía ropa de vanguardia. Si aparecía uno, generalmente era taxista, cajero de banco o atendía almacenes de barrio», nos dijo Paul Barros, autor del libro de autoayuda que faltaba, un libro sobre «máximas de pelados».
Hay un ensayo del mexicano Luigi Amara dedicado al pelo y la peluca, donde se recuerda una final de Roland Garros con Andre Agassi atormentado, dividiendo su atención entre el partido y la caída de su postizo rubio. Por supuesto, perdió el partido.
Ahora vemos al bueno de Tomás Dente, digno, haciendo terapia en vivo sobre los cambios que notó con el tratamiento, sus miedos y cómo los superó. El maestro de ceremonias, Horacio Cabak, nuestro Ken -cabellera madura de apariencia original-, escucha con el gesto entre tolerante y beatífico de Rolón.
Una platea atenta y colmada para la confesión que se viene: «Un amigo me dijo: ‘Boludo, tenés entradas, salidas y estacionamiento’«, suelta Dente. Carcajadas y el Jimmy Fallon criollo yendo al hueso: «¿Te costó la decisión de hacerte un micro trasplante?».
Hemos visto al Bebe Contepomi y a CAE, el cantante de baladas, con su mechón que, ups, sería obra de especialistas en cuero cabelludo. El ex conductor de La Viola pisando el escenario envuelto en una ovación más digna de alguno de sus entrevistados, y una frase dicha como al pasar. «Esto ahora es de lo más normal«. Cabak asiente porque, claro, el pelo cambia culturas enteras y él lo sabe.
En otro momento llega un jurado y empieza el segmento de las preguntas y respuestas más monotemáticas de la TV argentina. ¿Sabían que una casa de subastas vendió una peluca de Warhol por 10.800 dólares? Buen dato, pero ya nadie habla de esos sustitutos mamíferos y artificiales.
Los temas de conversación tienen que ver con la manera de autopercibirse. Famosos, gente conocida en pena cefálica . El Diccionario de las Drogas Simples, de 1698, definía el cabello como una “especie de planta que crece sobre la cabeza del hombre y también en otros sitios”. En la tele piensan diferente: «Hoy en día el que es pelado es porque quiere».