En las próximas horas, el nuevo jefe de la Fuerza Aérea, Gustavo Javier Valverde, se reunirá con las autoridades del Ministerio de Defensa para definir quién será su número dos y se confirmará cuántos brigadieres deberán pasar a retiro. En un principio se especuló con que la cifra podría ascender a 11, pero desde el Gobierno sostienen que el número será menor y descartan la palabra “purga”. El escándalo por el uso de los aviones y las supuestas denuncias por abuso laboral contra el ahora exjefe, Fernando Luis Mengo, generaron ruido en el mundo militar, pero desde la cartera de Luis Petri minimizan el malestar.
Después de que se conociera la decisión de Petri de desplazar a Mengo comenzaron las hipótesis sobre cuántos brigadieres quedarán afuera de las fuerzas. La designación de un nuevo jefe implica que todos aquellos oficiales que tienen más antigüedad deban pasar a retiro. La salida de Mengo significó la salida de 6 y durante el transcurso del día se conocerá el número final de acuerdo a la jerarquía de quien sea nombrado como subjefe.
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Entre los miembros de las fuerzas se especuló con que se le pida el retiro a un total de 11 brigadieres (que representan el 40%). En diálogo con PERFIL, desde el Ministerio de Defensa desmintieron la cifra: «No sabemos todavía. Quizás sean varios o dos o solo quien está debajo de Valverde«, sostuvieron.
En el entorno del ministro Petri entienden que puede haber molestias por parte de aquellos a quienes les quedaba poco para terminar su carrera y no esperaban que el retiro sucediera tan rápido. «Pero todos saben que en las fuerzas es así y no hay ruido, para nada«, agregaron.
No es la opinión de todos. Fernando Morales, el presidente de la Liga Naval Argentina y una persona que conoce el funcionamiento y los códigos del universo militar sostuvo en diálogo con PERFIL que la situación generó malestar en las tres fuerzas. «El modo en el que se manejó la situación daña a la institución más que al brigadier que presuntamente cometió los actos que no debería haber cometido», aseguró.
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Según Morales, el desplazamiento de Mengo tiene implicancias más allá de la Fuerza Aérea. «La mayoría de los jefes de las fuerzas opinan que el jefe del Estado Mayor Conjunto (el brigadier general Xavier Julián Isaac) se debería ir. Y deja a las otras fuerzas en una situación de vulnerabilidad, dado que normalmente las antigüedades de los jefes de fuerza tienen que ser más o menos parejas y ahora quedó un hombre mucho más moderno en una. Eso, operativamente, es perjudicial», agregó.
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La salida de Mengo, según los voceros de Defensa, se precipitó luego de una investigación periodística en la que se confirmó que el brigadier utilizaba los aviones de la fuerza para trasladarse prácticamente todos los fines de semana a Paraná, donde vive su pareja. Además, también se revelaron situaciones de acoso y maltrato laboral a partir del testimonio de cuatro subalternas que contaron su experiencia sin revelar su identidad.
Para Petri, la información fue suficiente para desplazar a Mengo. El ministro se encargó de manera personal de definir quién iba a ser su reemplazo. «Isaac le propuso dos o tres nombres y el ministro eligió a Valverde. Tomó la decisión porque es una persona intachable, porque confía en él y hace un buen trabajo. Además, los otros propuestos que tenían más antiguedad ya venían trabajando con Mengo y nombrar a alguno de ellos era seguir haciendo lo mismo», explicaron desde Defensa.
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Morales, que tiene una mirada crítica con cómo se manejó esta situación, hace una diferencia entre el escándalo de los vuelos y las supuestas denuncias por acoso (que, al menos hasta ahora, no fueron ratificadas de manera institucional ni en el ministerio ni en la Justicia). «El actual jefe del Estado Mayor Conjunto el año pasado hacía lo mismo, y no lo hacía a escondidas», sostuvo para explicar que es imposible que Petri o el resto de las autoridades no estuvieran al tanto de los 32 viajes registrados a Paraná.
«Hay cuestiones que son culturales y que si bien hay que eliminarlas, el ministro de Defensa no puede decir que se entera por un periodista», agregó Morales. Y profundizó: «Petri, a los ojos de buena parte de las fuerzas armadas, pecó de un gran exceso de verborragia y sobreactuó el tema». Morales puso un ejemplo de cómo se podría haber manejado esta situación: «Acá lo correcto hubiera sido fijar nuevas reglas de juego: ‘Señores, esto está mal, no se hace más’. Un día el ministro Taiana dijo, por ejemplo, ‘no se toma más alcohol en los cuarteles’ y se aplicó a partir de ese día porque antes se tomaba alcohol».
Desde el ministerio de Defensa descartaron esta crítica. En primer lugar, sostuvieron que no es posible que las autoridades conocieran sobre los viajes de Mengo. «Cada fuerza tiene un presupuesto, se maneja de manera independiente y le rinde cuenta a un tribunal propio. Nosotros no estamos atrás de los manifiestos de vuelo, ni de cuándo salen los aviones. Isaac, por su parte, está para el trabajo conjunto, para adiestramiento y alistamiento y no para ver cómo se mueve un barco en la Armada, un avión en la Aérea o un tanque en el Ejército», repitieron.
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Con respecto a si es o no una práctica habitual el uso de los aviones, tal y como lo hacía Mengo, desde Defensa insistieron en que su trabajo es poner la mirada en lo que sucede durante su gestión.
Otra de las críticas contra Petri que circularon luego del desplazamiento de Mengo es el uso de pasajes oficiales por parte de otros funcionarios del Ministerio de Defensa. En particular, hubo cuestionamientos a aquellos que llegaron a la gestión desde Mendoza y suelen volver a sus provincias durante los fines de semana.
Una vez más, desde la cartera rechazaron esta idea. En este caso, citron el artículo 6 del decreto N° 1840 que regula las compensaciones de los gastos de los funcionarios, que establece que aquellas personas convocadas por el Ejecutivo nacional que tengan una distancia superior a los 100 kilómetros de la sede donde se desempeñan podrán utilizar un pasaje de ida y vuelta entre la Capital Federal y su ciudad de residencia.
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La situación del exjefe de la Fuerza Aeréa y sus vuelos a Paraná, a partir de ahora, será materia de investigación. Según fuentes de Defensa, el ministro Petri le encargó al Estado Mayor Conjunto que abriera un sumario interno. El objetivo es que la fuerza evalúe de forma interna si las acciones del brigadier estuviero fuera de lugar.
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Más allá de esa investigación, desde el Ministerio de Defensa decidieron presentar ese sumario en la Oficina Anticorrupción.
Las autoridades, además, explicaron que no avanzarán sobre las supuestas denuncias por acoso laboral «hasta que alguien hable». «En esto vamos a proteger a las víctimas y respetar lo que ellas decidan. Nosotros estamos a disposición», explicaron.
GL/ff