La comunidad Paicil Antriao difundió un comunicado en el que aseguran que existe una criminalización de sus reclamos y denuncian continuos atropellos sobre sus derechos territoriales “exacerbados por el reciente conflicto con Manu Ginóbili” y afirman que es el más reciente de una larga lista “de despojos y ataques a los derechos ancestrales del pueblo mapuche”. En la misma nota, acusan a los medios periodísticos de ejercer una “tergiversación mediática” de los hechos.
La nota sostiene que las tierras sobre las que ejercen el reclamo, fueron devueltas a José María Paicil e Ignacio Antriao en 1902 y denuncian que a partir de ese momento, fueron sistemáticamente usurpadas “mediante mecanismos ilegales de titulación a terceros, bajo la promoción de intereses inmobiliarios y turísticos de élite” y citan como fundamento, el relevamiento “Huellas y Senderos”, de 2013. Aseguran que son la comunidad mapuche más judicializada de Neuquén, “con más de 35 juicios abiertos y 66 personas procesadas” y consideran que esa situación, responde a “una campaña mediática que los presenta como usurpadores y violentos”.
Evalúan que el gobierno provincial, incumple “sistemáticamente la entrega del relevamiento territorial que prevé la ley 26160” y sostienen como un logro de la comunidad mapuche, que las nuevas autoridades del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), “se comprometan a la entrega efectiva de la carpeta técnica en el mes de septiembre de 2024”, la cual consideran un documento clave para la defensa de sus derechos y el reconocimiento de su territorio.
Para los integrantes de la comunidad, la entrega del relevamiento territorial garantizará un espacio seguro para las 66 familias que hoy “se encuentran bajo constante amenaza de desalojo”. Además, aseguran que para la justicia, ese documento será una herramienta fundamental “para resolver los conflictos territoriales”. Insisten en culpar a los medios de comunicación por “la constante estigmatización e instalar la idea que el pueblo mapuche es extranjero y violento”, lo cual afecta su vida cotidiana y los enfrenta a diario “a situaciones de discriminación y violencia”.
En el párrafo final del comunicado, la Lof reafirma “su compromiso con la defensa de su territorio e identidad cultural” y expresa un enérgico rechazo “a las tergiversaciones mediáticas y la violencia institucional”. Expresan que la lucha no es solamente por su presente, “sino también por el futuro de sus generaciones y el derecho al buen vivir”.