Desde el 13 de julio nada se sabe del paradero de Luciana Antonella Muñoz Aguerre, de 21 años, y la investigación sólo tiene a una persona bajo sospecha por haber mentido en sus declaraciones, y unas manchas hemáticas que deberán ser analizadas para saber a quién pertenecen. En las últimas horas trascendió que el fiscal de Delitos Juveniles, Germán Martín, se sumaría al equipo de la fiscalía.
De esta manera, según informaron a Minuto Neuquén fuentes judiciales, Martín se sumará al equipo que encabeza el fiscal Andrés Azar junto a la asistente letrada Carolina Gutiérrez.
La causa, que demandó la intervención de más de cien efectivos policiales que rastrillaron una amplia zona de la Meseta, tiene una sola persona sospechosa: se llama Maximiliano Avilés, propietario de una barbería en el barrio Parque Industrial y fue novio de Luciana Muñoz.
Avilés está en prisión domiciliaria con tobillera electrónica luego de haberse comprobado que mintió en las dos declaraciones que prestó: una ante la Policía y la segunda en la fiscalía.
Tras comparar su declaración con otras pruebas y con lo que indicaron otros testigos, los investigadores concluyeron que mintió sobre el tiempo que dijo que llevaba sin ver a la joven previo a su desaparición —aseguró que había pasado cerca de un mes y medio—.
También, según la fiscalía, mintió cuando se lo consultó sobre la actividad que realizó el fin de semana del 13 de julio, cuando desapareció Luciana. En ese punto, afirmó que estuvo tres días sin salir de su casa, pero la geolocalización de su teléfono celular lo detectó en un recorrido de 7,5 kilómetros en 11 minutos durante esa mañana.
Luciana Antonella Muñoz Aguerre fue vista por última vez la mañana del 13 de julio de este año en el barrio Gran Neuquén.