viernes, 20 septiembre, 2024
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Rodrigo De Loredo: su incomodidad con Lousteau, los cuatro vectores del Gobierno y la definición del bloque de La Libertad Avanza como un psiquiátrico

En otra vertiente de la interna del radicalismo, el diputado Rodrigo de Loredo admitió que no se siente cómodo con que la presidencia del partido esté en manos de Martín Lousteau. Si bien destacó ciertas virtudes del senador como político, puso en duda su apego a los principios que rigen a la Unión Cívica Radical (UCR) y consideró que su posicionamiento respecto del gobierno de Javier Milei tiene “una lógica porteña”.

Lo respeto mucho a Martín porque creo que es muy honesto intelectualmente, creo que es un tipo que estudia los temas y lo pone por encima de la media de la política lejos, pero vos no podés romper un principio democrático y ser tan inmediatamente ultra opositor a un gobierno al que le tenés que dar un tiempo. Un principio radical”, expresó durante su participación en +Entrevistas, el programa que conduce Luis Novaresio por LN+.

En ese sentido, el titular del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados cuestionó el posicionamiento tan crítico que tomó Lousteau en contra de la administración de La Libertad Avanza (LLA) porque se trata de un espacio político que “ha sido votado masivamente por la sociedad argentina”.

Me parece que ha sido errática la postura, creo que es honesta pero está atravesada por una lógica porteña. Y el radicalismo es el partido más federal de las expresiones políticas de la argentina”, insistió y, ante la consulta sobre qué le diría si lo tuviera en frente, respondió que “ser presidente de un partido que tiene sus 130 años y que tiene una representación tan vasta de la Argentina requiere dejar de lado muchas veces una mirada individual y asumir la responsabilidad de la conducción colectiva”.

Desde su punto de vista, el cordobés aseguró que “el radicalismo potente y productivo del interior del país no se ve representada por una agenda porteño centrista”. Luego, criticó también la falta de expresiones en cuanto a la polémica en torno a la eventual designación del juez Ariel Lijo como integrante de la Corte Suprema de Justicia.

“Paradójicamente, así como desde el partido salieron corriendo a ser los primeros opositores, hay un silencio estruendoso sobre un tema central para la vida democrática de la Argentina, que es la designación de la Corte, sino que hay un silencio que incomoda, que ha permitido que el Pro, que no era un partido que representaba esos atributos y esos valores vaya a ocupar ese lugar . El radicalismo es el partido de la institucionalidad y la razonabilidad o no es nada”, sentenció.

En un panorama conflictivo para diversos espacios políticos, y tras la pregunta del periodista, De Loredo reflexionó sobre el panorama en el Congreso y señaló que si bien en un primer momento el Pro parecía “ultraoficialista” y hacía “una sobreactuación” ante cada propuesta del oficialismo, observó un cambio en los últimos tiempos. En esa sintonía celebró la intervención del expresidente Mauricio Macri.

Cuando plantea las diferencias sobre la perspectiva institucional y cuestiona lo de Lijo, impugna al radicalismo. Me parecen sanas las diferencias”, expresó y luego diferenció esa circunstancia con el presente de La Libertad Avanza, que para él “tiene una cuestión psiquiátrica”.

Martin Menem (el presidente de la Cámara) tiene un psiquiátrico en el bloque. Con los quilombos que tengo en el radicalismo veo eso y digo ‘no estamos tan mal”, se sinceró.

“Los cuatro vectores del Gobierno”

Más allá de las cuestiones expresamente partidarias, De Loredo evaluó el escenario planteado desde la llegada de Milei a la Casa Rosada y mencionó “los cuatro vectores” que, según su análisis, tiene este gobierno. Con dos de ellos se mostró de acuerdo y, con los otros dos, no.

Uno es el económico, es una batalla incluso cultural, que los equilibrios fiscales no tienen derecha ni izquierda, el ajuste era necesario; y el otro es el desregulador”, dijo y sostuvo que “las decisiones de [el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico] Sturzenegger también eran muy necesarias”.

Los otros dos no los comparto”, aseguró y enumeró “la institucionalidad -porque “el abordaje del parlamento, es muy violento y poco conducente, lo mismo que con la justicia y la prensa”- y el último es el cultural, que de liberal no tiene nada y que es conservador absolutamente”.

Por otra parte, a pesar del fuerte ajuste implementado por el Gobierno, el diputado estimó que la ciudadanía todavía “aguanta” debido a “una suma de frustraciones” que se sucedieron en los últimos años. “La mas grande fue no haber resultado el gobierno de Juntos por el Cambio, fue un golpe muy fuerte para quienes no se inscriben en el justicialismo, entonces la gente tiene la esperanza del Casino: la jugó. La otra cuestión es que no debe haber alguien que, con tanta nitidez, anticipó que iba a hacer un mega ajuste, fue muy contundente”, detalló.

Como un tercer factor, dijo que Milei y su equipo “tuvieron coraje político y autoridad para meterse con los intermediarios de la pobreza y el cuarto es que fue rápido el ajuste, la devaluación en diciembre hizo trepar la pobreza que era difícil adjudicárselo a un tipo que había asumido hace 20 días”. “Ese conglomerado explica que haya una quietud social en un momento de una recesión tan grande”, analizó.

LA NACION

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