Padres y madres de alumnos de la Escuela 138, ubicada en la intersección de la calle Rivadavia de Cutral Co, aún se estremecen al recordar el terror que vivieron el pasado viernes cuando una balacera estalló a escasos 30 metros del ingreso principal al edificio escolar. Por ese motivo, las clases quedaron suspendidas hasta nuevo aviso mientras las familias se reúnen para exigir mayor seguridad.
«Estábamos algunos esperando a los chicos cuando empezaron los balazos», relataron las mamás presentes en el lugar. Todo sucedió pocos minutos después de las 12:00, momento en que los alumnos del turno mañana se retiraban del establecimiento y sus familias esperaban en la vereda. Por fortuna, no hubo que lamentar heridos, sin embargo, la balacera registrada en el lugar generó mucho temor y ahora, buscan respuestas de las autoridades para que se garantice seguridad.
«Realmente fue impactante escuchar los disparos tan cerca. Aquí, aún tenemos presente lo sucedido con Lucianito, quien perdió la vida por una bala perdida mientras jugaba en la vereda. Y fue en horario escolar, podría pasarle a cualquiera», expresó uno de los testigos.
Ante esta situación, se llevó a cabo una primera reunión con los padres en la mañana de este lunes, y se realizó una segunda convocatoria para incluir a todos los padres, madres y tutores, tanto de los turnos mañana como tarde. Por lo que comentaron algunos padres, la intención es invitar tanto al Defensor del Menor como al comisario para abordar la situación y garantizar la seguridad en el entorno escolar.
Uno de los pedidos realizados es la presencia policial en el exterior durante los horarios de ingreso y egreso, así como en todos los momentos de actividad escolar. Esta demanda surgió a raíz de que los auxiliares ingresan a las 7 de la mañana y que las actividades del Centro de Educación Física (CEF) finalizan a las 21 horas.
La solicitud de mayor seguridad para la escuela no es nueva, la balacera trajo rápidamente a la memoria de la comunidad el año 2019, cuando Lucianito Fuentes perdió trágicamente la vida el 7 de octubre. A los 8 años de edad, fue víctima de una bala perdida en la vereda de su casa, a pocos metros del colegio.