El asesinato del periodista, productor de radio, relator deportivo y militante universitario, Juan Caliani dejó en silencio al gobierno provincial, que atravesaba un camino sin sobresaltos desde su reciente asunción. Sin embargo, en las últimas horas, ha redoblado sus esfuerzos en intentar revertir con soluciones a corto plazo una problemática que ya ha quedado expuesta.
Ningún funcionario del Ejecutivo provincial y municipal se pronunció públicamente, horas después de que trascendiera la trágica muerte de Juan Caliani y tampoco hubo algún acercamiento mientras velaban los restos de la víctima. Ausencia que llamó la atención de los colegas periodistas presentes.
El homicidio de Juan Caliani sucedió durante la noche del pasado martes, en la vivienda situada en las calles Luis Beltrán y Cacique Purrán, a tan solo unas pocas cuadras de la Jefatura de Policía y de la Comisaría 17 del barrio La Sirena.
La presencia del ministro de Seguridad, Matías Nicolini, comenzó a notarse casi 48 después, cuando pidió una reunión con la cúpula de las autoridades policiales para pedirles un “rápido esclarecimiento del hecho”.
72 horas después del crimen, el personal de la División de Investigaciones pudo individualizar a uno de sus responsables, en una vivienda situada en Planas al 1500, a pocas cuadras de la casa de la familia Caliani.
El fiscal jefe, Agustín García, no quiso brindar información sobre los antecedentes del imputado por tratarse de un menor de edad, pero indicó que habría tenido otros casos. Así también lo señalaron los vecinos cercanos al lugar del procedimiento. El adolescente tenía un prontuario de antecedentes.
También cuando se realizó la manifestación frente a la esquina donde sucedió el robo y la muerte de Caliani, los vecinos detallaron a los medios presentes que en los últimos días sucedieron robos frecuentes en el barrio y se incrementó la circulación de personas por la comercialización de drogas en las inmediaciones del barrio.
Hasta llegaron a manifestar que los responsables se encontraban “cruzando la ruta, en el Bouquet Roldán”, lugar donde precisamente se realizaron los dos allanamientos.
Transcurrida la conferencia de prensa en la Ciudad Judicial, el gobernador Rolando Figueroa se mostró con autoridades policiales y con el propio intendente, Mariano Gaido, en el centro de monitoreo de las cámaras de seguridad instaladas en Neuquén capital.
El sitio queda en un edificio ubicado también a pocas cuadras de la casa de los padres de Juan Caliani. Allí es donde se monitorea el registro de los domos instalados en la vía pública, como es el caso del que estaba colocado frente a la casa donde sucedió la tragedia.
La novedad que motivó el recorrido de las autoridades fue que en los últimos 100 días se instalaron 1648 cámaras de seguridad y se firmará un convenio con la municipalidad para que todos los dispositivos de grabación audiovisuales que tenga la comuna puedan ser también visualizados en el centro de monitoreo provincial. “Aspiramos a una mayor prevención del delito, pero también a la resolución de casos delictivos, como tuvimos oportunidad, lamentablemente, de ser testigos en los últimos días”, se animó a expresar el ministro Nicolini.
¿Alcanzarán las nuevas medidas de seguridad para contener la inseguridad que perciben los habitantes en los barrios? ¿La videovigilancia será suficiente como para impedir que una persona en situación de vulnerabilidad social elija un estilo de vida vinculado con el delito?