Los contratos anotados con precio a fijar en términos de volumen se encuentran un 30% por delante del promedio, y los realizados mediante precio hecho un 10% por detrás de campañas anteriores. El poder de compra de la exportación cayó un 23% desde noviembre.
La cotización del trigo perforó el piso de los 200 dólares por tonelada en el mercado internacional de Chicago, puntualmente en la posición mayo, y no sólo profundiza el bajo ritmo de venta de la reciente cosecha sino también complica el escenario para la próxima siembra del cereal en la Argentina.
Las cotizaciones FOB por el trigo argentino han descendido abruptamente desde los niveles de octubre y noviembre que contaban con precios promedios en torno a los US$300 y US$260 por tonelada, respectivamente.
Leé también: Impulsan “una producción triguera más competitiva y sostenible”
El camino recorrido a través de la campaña 2023/24 para el trigo no ha sido lo auspicioso que en su momento se esperaba. El poder teórico de compra de la exportación cayó un 23% desde noviembre.
¿Querés recibir más información sobre el campo?
Suscribite acá
Según alertó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), por primera vez en 6 campañas, los precios futuros a la hora de sembrar resultaron más elevados que en la cosecha. “En la plaza local, la pizarra se mantiene en pesos con una demanda externa que no da tregua”, indicó el informe de los analistas Matias Contardi y Emilce Terré.
Realizando un ejercicio teórico sencillo a modo de balance de la última campaña, si se tiene en cuenta los valores que un operador podría haber recibido al momento de la siembra por la cosecha futura en el mercado a término y comparando con los vigentes a la hora de levantar el cultivo, ese ciclo presentaría una diferencia de 28%, como excepción entre las últimas 7 cosechas. Debe ponderarse además que la campaña se caracterizó por mantener la mayor proporción de mercadería comprada sin precio fijo.
El tan ansiado ciclo de redención productiva impulsado por las lluvias y favorables condiciones climáticas de la mano del fenómeno “El Niño” no llegó a materializarse completamente, por tratarse de una campaña regular que terminó siendo la segunda peor de los últimos 8 años.
“La dinámica de las cotizaciones tampoco ha acompañado, a contramano de lo ocurrido por lo menos en las últimas seis campañas, y los precios a cosecha no han dado revancha”, pormenorizaron los expertos.
Leé también: Denuncian que en Rosario hay ataques a camiones con granos y se enciende una alarma de cara a la cosecha
“Consecuencia del empalme con la nueva cosecha, el poder de compra teórico de la exportación ha caído un 10% desde comienzos de este año y un 23% si se toma como punto de partida principios de noviembre”, alertó el reporte.
Dicho retroceso sobre la capacidad de pago teórica de uno de los principales dinamizadores del mercado local se ha traducido en un menor precio negociado sobre la plaza doméstica. La pizarra se mantiene, en pesos, promediando los $170.000 por tonelada, quitándole atractivo a la venta de la mercadería.
“Como si esto fuera poco, el margen teórico promedio de la exportación de trigo pan desde la primera rueda hábil del 2024 hasta ahora es del -2%”, agregó el análisis.
Por eso, subrayaron, es importante abordar el estudio de la dinámica comercial del cereal de invierno en este contexto, con “oportunidades perdidas, cotizaciones que actualmente aparecen como poco atractivas, una recuperación productiva que no fue lo espectacular que se esperaba y costos crecientes que limitan la rentabilidad y condicionan la siembra futura”.
Estos factores, en conjunto, condicionan la intención del operador de vender en estos términos o por lo menos de fijar precios. “Todo ello, sin siquiera mencionar aún el menor atractivo de los incentivos artificiales a la venta”, acotaron.
“Articulado por la autoridad monetaria, la inclusión de un régimen exportador, con un tipo de cambio diferencial buscaba mejorar el nivel de liquidación de divisas, a través del impulso que implicaba para las ventas. Sin embargo, el diferencial entre el dólar oficial y el exportador se ha acortado significativamente”, evaluaron los especialistas.
En este sentido, cuando el cereal ingresó al programa contaba con una brecha del 41%, que llegó a máximos del 87% al 24 de noviembre, mientras actualmente no alcanza el 5%.
Esto se traduce en que el volumen operado durante febrero, entre contratos y fijaciones de precios, sea el más bajo desde el inicio de la campaña y se encuentre un 16% por detrás del promedio de las últimas cinco cosechas para ese mes (sin contar la 2022/23).
La composición de los contratos que se realizaron también refleja la dinámica de lo sucedido. Los contratos anotados con precio a fijar en términos de volumen se encuentran un 30% por delante del promedio, y los realizados mediante precio hecho un 10% por detrás.
En febrero, los precios medios operados entre contratos con precio hecho y fijaciones comenzaron en $183.000 por tonelada, para alcanzar máximos de $190.000 y culminar en los $170.000.
Leé también: Tras las lluvias, estiman una cosecha de granos gruesos positiva y un buen inicio para el trigo en invierno
“Teniendo en cuenta el agudo proceso inflacionario que está atravesando la economía argentina, es revelador que el mercado doméstico se maneje con precios iguales que tres meses atrás”, indicaron.
En línea con lo anterior, la falta de presión ascendente sobre las cotizaciones proviene en parte de la demanda por exportación.
Según los datos proporcionados por NABSA, desde noviembre a febrero se habrían embarcado solo 3 millones de toneladas de trigo para exportación, cuando en promedio, sin tener en cuenta el año pasado, la cifra acumulada a febrero asciende a 6,7 millones de toneladas.
El atraso de los envíos hacia el exterior es visible incluso al comparar proporcionalmente en relación con la oferta total de cada campaña. El acumulado desde noviembre indica que se exportó el 16% de la oferta total cuando el promedio es del 30%.
Mientras tanto, el line up inmediato para los próximos días indica que se deberían cargar 547.850 toneladas de trigo en buques, de las cuales el 36% tendría a Indonesia como destino. Es el line up a mitad de semana más bajo de, por lo menos, los últimos dos meses.
El trigo se encarece frente al maíz, que marca mínimos desde septiembre del 2020
A nivel mundial, el trigo como el maíz son susceptibles de utilizarse para consumo forrajero y son en parte bienes sustitutos, por lo que puede ser relevante estudiar la evolución de los precios relativos entre ambos cultivos.
En este sentido, elaborando un índice entre los precios promedios ponderados de exportación según la participación de cada vendedor en el mercado mundial, es factible conseguir un indicador sobre el encarecimiento relativo de alguno de los cereales.
Leé también: Pese a varias dificultades, se triplicaron las economías regionales con signos positivos
Más allá de la racha negativa que ha acumulado el trigo, las cotizaciones por maíz se han desplomado en mayor medida, dejando al primero en el mundo relativamente más caro.
Aunque no tan alejado del promedio, se encuentra sobre la cota superior de las observaciones y este encarecimiento relativo puede resultar en una mayor demanda a favor del maíz, principalmente para uso forrajero.
En tanto, en Chicago, el trigo cierra ya por debajo de los US$200 por tonelada, llegando a tocar mínimos desde septiembre del 2020, cuando estaba en US$195 por tonelada.
El derrotero viene de la mano con la caída de los precios de exportación, que, guiados por la competitividad rusa, lleva al mercado FOB europeo a posicionarse en un rango de US$ 215 a US$220 por tonelada.
“El gigante euroasiático sigue firme con sus envíos de mercadería manteniendo precios deprimidos. Durante febrero ha sobrepasado el récord de exportaciones para ese mes, llegando a embarcar 4,1 millones de toneladas, según la consultora SovEcon”, concluyó el informe.