12 mil personas se manifestaron el viernes por la tarde en el centro de Neuquén para conmemorar el 8M, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
El regreso masivo de los pañuelos verdes y violetas y las consignas que parecían haberse diluido, por el actual contexto político del país. Sin embargo, este 8M volvieron a relicir los símbolos y las consignas feministas, como había sucedido años atrás, antes de la legalización del aborto.
“Contra el machismo, el ajuste, el hambre y el DNU. Más luchas feministas”, se leía impreso en la bandera de color violeta que encabezaba la marcha del 8M.
La concentración comenzó a partir de las 18 horas en el monumento al General San Martín. Una hora después la columna, que ocupó una extensión de 12 cuadras, comenzó a movilizarse sobre la calle Roca hasta Casa de Gobierno.
En la marcha también estuvo presente la madre de Silvia Cabañares, una de las víctima de los 10 femicidios que ocurrieron en la provincia en 2023. La justicia de Neuquén formuló cargos contra las personas que abusaron sexualmente de ella en forma grupal y el Ministerio Público Fiscal de Río Negro investiga el femicidio ocurrido el 26 de agosto.
Allí, sentada en la esquina, Lolín Rogoni observaba con una sonrisa permanente como fluia el constante desplazamiento de las personas. La intervención artística del colectivo Río Jarana y la presencia de una de las Madres de Plaza de Mayo Filial Neuquén ocasionó cierto desorden. Todas las personas buscaban saludar y abrazar a Lolín.
Luego doblaron por Rioja y regresaron a la Avenida Argentina por Belgrano, bajaron por Diagonal 25 de Mayo, cruzaron Alberdi en contramano, conectaron con la Avenida Argentina y luego bajaron por Olascoaga hasta llegar al Espacio Intercultural Graciela Alonso. Allí todas las organizaciones dieron sus discursos y la jornada terminó con festejo y baile.