Un jurado popular, compuesto por 12 integrantes titulares y 4 suplentes, en paridad de género, comenzó a presenciar las diferentes exposiciones, para juzgar al imputado, W.H.Z., por intentar asesinar a su expareja y a su hijo, en un hecho ocurrido el 3 de julio de 2023, en la vivienda que compartían en el barrio Cuenca XV, de la ciudad de Neuquén.
La acreditación de la acusación ante el jurado popular, está a cargo del fiscal jefe, Juan Agustín García y la asistente letrada Guadalupe Inaudi, quienes afirmaron al jurado, en los alegatos de apertura del juicio, que “van a probar cada circunstancia y afirmaciones mencionadas en la teoría del caso de la fiscalía”. García, explicó que la relación de pareja, “se vio atravesada por diferentes episodios de violencia física, psicológica y económica”. La encargada de dirigir el debate, será la jueza técnica Estefanía Sauli.
Al exponer los argumentos para sostener la acusación, el fiscal jefe, expresó que “el imputado tuvo intención de matar a la mujer y no logró su objetivo, por circunstancias ajenas a él”. Además, adelantó que el Ministerio Público Fiscal (MPF), buscará el veredicto de culpabilidad por el delito de “homicidio cuádruplemente agravado por el vínculo, por alevosía, por haber sido causado con un medio idóneo para causar un peligro común y por haber sido cometido en el contexto de femicidio, en grado de tentativa”.
Además, en concurso real con la primera acusación, el fiscal pedirá al jurado popular, que declare al imputado, culpable del delito de “homicidio doblemente agravado por el vínculo, también en grado de tentativa y en carácter de autor”. Entre las pruebas que se ventilarán durante las audiencias, se encuentran el testimonio de ambas víctimas, en el caso del menor producida en Cámara Gesell; efectivos policiales; personal de bomberos; psicólogos; peritos de siniestros y médicos forenses, que constatarán las lesiones.
La teoría del caso, que deberá probar el MPF, sostiene que la víctima y su agresor se separaron en 2022, aunque continuaron viviendo en la misma vivienda del barrio Cuenca XV, y él continuaba ejerciendo violencia de género hacia ella. El día del hecho, W.H.Z., le suministró un inductor del sueño a su hijo y lo acostó en un sillón ubicado en el living. Más tarde, cuando llegó su expareja, le ofreció una infusión caliente en la que colocó la misma sustancia.
Una vez dormida, el acusado intentó asfixiarla pero ante la imposibilidad de lograr su objetivo, ya que ella y el niño se despertaron, abrió las perillas de gas y prendió fuego el auto de la mujer, con la intención de incendiar la casa. Ambas víctimas lograron escapar gracias a la intervención de vecinos y los bomberos.