Lo que debería ser una fiesta popular, que es la verdadera esencia de la Fiesta de la Confluencia, termina transformándose en un negocio privado de amigos del poder, que deciden quién es “preferencial”, de acuerdo a criterios que desconocemos.
Como sucedió en la edición 2023 de la Fiesta de la Confluencia, el destrato de los organizadores a los medios locales vuelve a manifestarse. Por tal motivo, el equipo de redacción de Minuto Neuquén, con el acompañamiento de sus dueños, tomamos la decisión de no cubrir el festival y por consiguiente no difundir las actividades centrales.
Five Pro Events, la productora de la Fiesta de la Confluencia, discriminó a los medios de comunicación en dos categorías: los “preferenciales” y los “comunes”. A quienes son acreditados por la segunda opción, se les impide el acceso al sector de prensa, zona donde los comunicadores tienen las condiciones mínimas para poder desempeñar su labor. Aquellos que sean “comunes” no tendrán lugar para redactar, editar o bajar fotos y videos.
No estamos dispuestos a que se menoscabe la labor de los trabajadores de prensa de la zona en un evento público. Sobre todo a medios que día a día se dedican a cubrir la realidad de la ciudad.
La Municipalidad de Neuquén debería garantizar el derecho al libre acceso a la información pública. Pese a que entregó las llaves de la fiesta popular a una empresa privada, debe garantizar la transparencia de un evento millonario que se realiza con fondos públicos.