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Bailarín y hermano del descubridor de Pelé: quién fue Petronilho, figura de la primera estrella de San Lorenzo

Hace 90 años, el Ciclón obtenía el título con un equipo formidable en el que se destacaba un centrodelantero talentoso y letal, que además se presentaba en teatro.

19 de noviembre 2023, 05:19hs

Petronilho, estrella del primer San Lorenzo campeón de la historia del profesionalismo, en 1933. (Foto: El Gráfico)

Petronilho, estrella del primer San Lorenzo campeón de la historia del profesionalismo, en 1933. (Foto: El Gráfico)

Allá por 1933, cuando el fútbol profesional en Argentina recién iniciaba, un gran equipo de San Lorenzo le daba su primera estrella a la institución. En ese histórico logro del club de Boedo, del que se cumplen 90 años, tuvo una especial participación el brasileño Petronilho de Brito.

El paso del tiempo y la falta de registros fílmicos de aquella época lo fueron borrando de la memoria sanlorencista y los hinchas de hoy se preguntarán quién fue Petronilho, la figura estelar del primer campeón azulgrana, bailarín y hermano del descubridor de Pelé.

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Apodado “la Maravilla Negra”, Petronilho de Brito nació en San Pablo el 31 de mayo de 1904 y se destacó en Antárctica, Minas Gerais, Sirio e Independencia de su ciudad natal antes de llegar a Boedo para jugar el campeonato de 1933. Su hermano, Waldemar, también futbolista y compañero suyo en el Ciclón, fue el descubridor de Pelé.

Waldemar de Brito, el hermano de Petronilho y quien descubrió en Brasil a Pelé. Foto: El Grafico.

Waldemar de Brito, el hermano de Petronilho y quien descubrió en Brasil a Pelé. Foto: El Grafico.

Es que Waldemar de Brito, asombrado por el talento de Pelé a los 15 años, lo llevó al Santos, donde era entrenador, e hizo que lo ficharan. Para ello, debió luchar con la madre del crack, que no quería que fuese futbolista, y con los directivos del club, que no accedían a pagarle 5.000 cruzeiros mensuales para que aceptara incorporarse.

Petronilho era un 9 elegante, fino y con un remate letal. Su agilidad le permitía hacer goles con acrobáticos saltos y fue el autor del primer gol de chilena con la camiseta del Ciclón, en la goleada a Gimnasia, 7-1, en ese mismo torneo de 1933.

Video PlaceholderPaso a paso, todos los partidos del San Lorenzo campeón del 33 y su extraordinario plantel.

Dos años antes había nacido el profesionalismo en Argentina y San Lorenzo, para lograr su primera estrella, se reforzó muy bien. En el primer partido, el 12 marzo del 33, empató 1 a 1 con Lanús en el Viejo Gasómetro. La formación base de aquella escuadra que dirigía Atilio Giuliano era con Lema, Pacheco y Fossa, Baigorria, Brizuela y Ramón, Magán, Gómez, Petronilo, Canteli y Arrieta.

Petronilho, a quien también le decían “el científico”, por su destreza para resolver en el área y encontrar siempre un espacio para el remate, tuvo su bautismo de gol en la tercera fecha, ante Racing, cuando el Ciclón, como local, ganó el clásico 2-0.

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Esa tarde la hinchada empezó a encariñarse con el Negro, pero el idilio nació con el paso de las fechas y quedó ratificado con su gol clave contra Boca, a tres fechas del final del torneo. El 5 de noviembre, el Xeneize llegó a Boedo como puntero y en el estadio no cabía un alfiler.

Al minuto del segundo tiempo, Petronilho recibió un pase de Scavone y ni siquiera se acomodó: le dio fuerte, de primera, y puso el 1-0. Finalmente, el Azulgrana se impuso 2 a 0 y tomó la punta del campeonato. Luego vendría una derrota sobre la hora ante Independiente, que los dejaría segundos a un punto de Boca. Sin embargo, una victoria frente a Chacarita, 1-0 en la última fecha, disputada el 19 de noviembre, le permitió al Ciclón aprovechar la derrota del Xeneize (3-1 ante River) para dar la primer vuelta olímpica de su historia.

También era bailarín y brilló en el Teatro Ateneo

Pero Petronilho, hijo de un matrimonio africano, no solo demostró su habilidad en los campos de juego, sino que se destacó como bailarín y llegó a presentarse en el Teatro Ateneo de Buenos Aires, donde sorprendió al público con su habilidad para la machicha, una danza a la que se conoce como “el tango brasileño”.

Con la camiseta azulgrana, Petronilho -que también brilló en la selección de Brasil- en total disputó 53 encuentros y convirtió 31 goles. Su último partido en el club fue el 9 de junio de 1935. Ese día, el delantero le puso punto final a su etapa azulgrana para volver a su país.

Petronilho y Enrique Vernieres, en una tapa de la revista El Gráfico.

Petronilho y Enrique Vernieres, en una tapa de la revista El Gráfico.

Sin dudas, ya se había convertido en uno de los jugadores más talentosos de la historia de San Lorenzo. Falleció en San Pablo en 1983, sumergido en el olvido, como tantas otras glorias del fútbol de los albores del profesionalismo.

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