Se aparecen de día o de noche, incluso con lluvia o en pleno invierno. Llegan sin nada más que sus hijos y la esperanza de un futuro sin violencia. Así fue el caso de las más de 70 mujeres que, durante la última década, tocaron las puertas del Hogar Nuestra Señora de la Sonrisa.
“Antes era una chica que no tenía autoridad. No era mamá. Es triste recordarlo” dice ahora María de los Ángeles, una de las tantas ex huéspedes. “Hoy soy una chica fuerte, tengo trabajo. Ella me enseñó un oficio, me enseñó a estudiar, me enseñó todo. Volví a nacer”.
“Ella” es Rosa Zucchi del Prado (56), fundadora de este refugio que ofrece alojamiento permanente a mujeres y sus familias víctimas de violencia de género. Su misión es permitirles desarrollar independencia económica y alejarlas de situaciones de riesgo, evitando un retorno a sus agresores o a una situación de calle.
En la Argentina, donde los refugios de violencia de género son mayormente de estadía breve, el trabajo de Rosa se caracteriza por ir más allá de proporcionar techo y comida; se trata de empoderar a estas mujeres para que adquieran herramientas que les permitan crear un futuro para sí mismas.
“La violencia está arraigada de tal manera en nuestra sociedad que hay muchas personas a las que les lleva tiempo descubrir que hay otra forma de vivir, sin agresión ni gritos. Y cuando eso sucede, se enciende una luz”, explica Rosa. “Fui separada de mi madre cuando era muy pequeña, por lo que siempre tuve el deseo de ayudar a mujeres y sus hijos para que no sufrieran lo que yo sufrí”.
«Hay otra forma de vivir, sin agresión ni gritos», dice Rosa Zucchi del Prado.Instaladas en dos refugios de la zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires, las mujeres llevan a cabo tareas diarias de mantenimiento mientras completan sus estudios, reciben acompañamiento terapéutico y se capacitan en oficios, todo mientras viven en un ambiente seguro junto a sus hijos e hijas.
En el Hogar, la vida cotidiana se asemeja a la de cualquier casa familiar, con las madres siendo autónomas y manteniendo un contacto permanente para satisfacer sus necesidades. Mientras algunas estudian y otras trabajan, Rosa cuida a los niños, realiza las compras de alimentos y gestiona las donaciones que mantienen a flote el hogar, movilizándose por el barrio con su moto “La Coloradita”.
A lo largo de una década de compromiso, Rosa ha atendido a alrededor de 70 mujeres pero también a más de 150 niños. Su labor, que aborda esta problemática de forma proactiva, enciende una luz para todas las personas que viven situaciones de abuso en sus hogares.
La oportunidad de apoyar una gran obra
Rosa Zucchi del Prado es una de los 8 elegidos en la edición 2023 del Premio Abanderados, ciclo que reconoce a aquellas personas que dedican su vida a ayudar a los demás. Las historias de los ocho Abanderados 2023 pueden conocerse en www.premioabanderados.com.ar y en las redes sociales del premio (@abanderados). Desde el 9 hasta el 26 de octubre, el público podrá elegir entre ellos al Abanderado del Año, el cual será revelado en una Gala Final y recibirá la suma de $2.500.000 para continuar con su obra.
Sobre el Premio Abanderados
Premio Abanderados es una iniciativa de Luz Libre, El Trece y Fundación Noble y que tiene como propósito reconocer a aquellos argentinos que se destacan por su dedicación a los demás, difundiendo su ejemplo para inspirar a toda la comunidad.
Cuenta con el apoyo de Axion Energy, Banco Galicia, Telecom, LOTO, CAEM, Silicon Misiones, Arcelor Mittal, Bayá Casal, ADT, Fundaciones Grupo Petersen, CEDA Washington, Fundación Navarro Viola y Fundación Noble.
Para conocer más sobre estas historias, ingresá en www.premioabanderados.com.ar o en las redes sociales del Premio Abanderados, Twitter (@AbanderadosARG), Instagram (@abanderados), Facebook (@PremioAbanderados), YouTube (@PremioAbanderados) y TikTok (@PremioAbanderados).
Línea 144. Brinda atención, asesoramiento y contención ante situaciones de violencia de género de manera gratuita y en todo el país todos los días del año, las 24 horas. Más información sobre la línea 144. No se trata de una línea de emergencia o de denuncias. En casos de riesgo, comunicate con el 911.
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