Por muy graves que sean, los ataques de pánico no ponen en peligro la vida ni causan ningún daño a la persona que lo padece.
09 de octubre 2023, 09:59hs
Un ataque de pánico es uno de los pocos fenómenos de salud mental que engañan a la persona que la padece haciéndole creer que va a morir. Y, lamentablemente, su infradiagnóstico crónico aumenta el sufrimiento de millones de personas.
En la Argentina, el ataque o crisis de pánico es la principal problemática de la salud mental, a diferencia de otros países que tienen prevalencia de trastornos depresivos.
El psicólogo y psicoanalista Daniel Fernández (M.N.: 41.671), explicó que los seres humanos somos, básicamente, seres emocionales. Y la emoción preponderante a partir de la cual se organizan diferentes dolencias psíquicas (cuadros clínicos) es la angustia. “¿De qué hablamos en realidad al referirnos a un ataque de pánico? Ni más ni menos que de una crisis de angustia”, subrayó.
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Para él, es interesante aclarar que, a diferencia de la tristeza, la angustia se manifiesta en el cuerpo. Y desde luego, si hablamos de una crisis, la angustia habrá llegado a un punto extremo. Por lo tanto, durante estos episodios, algunos de los síntomas más comunes son: palpitaciones, sudoración, temblores, sensación de ahogo, opresión o malestar torácico, náuseas, mareos o desmayos.
“Generalmente, no es uno sino varios de estos síntomas los que surgen en la persona de manera brusca, manifestando su mayor intensidad durante los primeros diez minutos. Y, además, suelen venir acompañados con un desmedido temor a enloquecer o a morir”, señaló.
Los ataques de pánico se sienten diferentes para cada persona. Algunas pueden tener síntomas físicos primero, seguidos de síntomas emocionales, mientras que otras tienen síntomas emocionales primero o experimentan varios síntomas al mismo tiempo. Los ataques de pánico pueden parecer interminables, pero por lo general alcanzan su punto máximo en 10 minutos.
Problema cardíaco vs. ansiedad
Según un estudio publicado en 2022 en la revista Psychiatry, el 40% de los pacientes que se presentan en los departamentos de emergencia en EE.UU. con síntomas cardíacos en realidad cumplan con los criterios de “ansiedad relacionada con el pánico (es decir, ataques de pánico o trastorno de pánico)”.
Ese estudio también encontró que una vez que los pacientes en pánico son liberados de los problemas cardíacos, informados de que su corazón no es el problema, solo el 1-2% de ellos son “evaluados y tratados por ansiedad en este entorno”. Dicho de otra manera, más del 98% de los pacientes no reciben tratamiento por la dolencia responsable de llevarlos al hospital. Una encuesta diferente de los departamentos de emergencias, publicada en 2018 en la revista BMC Emergency Medicine, encontró que menos de la mitad son informados de que sufrieron un ataque de pánico.
¿Cómo controlar la respiración en un ataque de pánico?
Los ejercicios de respiración pueden ayudar a prevenir la hiperventilación, ralentizar un corazón acelerado e interrumpir la respuesta de pánico natural del cuerpo al estrés extremo. Algunos ejemplos incluyen:
Respiración 4-7-8: Inhalar contando hasta cuatro, aguantar la respiración contando hasta siete y exhalar contando hasta ocho.Respiración meditativa: Concentrarse en la respiración a medida que entra y sale del cuerpo. A medida que los pensamientos o distracciones entren en la mente, volver a centrarse en la respiración.Respiración de conexión a tierra: Combinar un enfoque en la respiración con una experiencia de conexión a tierra como dibujar círculos en la palma de una mano con el dedo de la otra mano. Hacer esto distrae la mente y devuelve la atención al cuerpo.Si los ataques de pánico ocurren con frecuencia, es importante consultar a un psiquiatra y buscar ayuda médica, y el retraso en el tratamiento puede conducir a una mayor gravedad de los síntomas y también puede requerir un tratamiento más prolongado.