Mikel Arteta, todo el Arsenal de hecho, necesitaba ganar al Manchester City en un partido de la Premier para sentirse un aspirante serio al título. Primero, porque para ser campeón hay que ganar al mejor y el equipo de Pep Guardiola lleva años paseándose en la cumbre. Después, porque desde el 2015 que el cuadro londinense no derrotaba al City en el campeonato liguero, 15 enfrentamientos sin conocer la alegría plena. Al fin rompió esa racha deprimente y lo hizo con la emoción que suele deparar la liga inglesa: un disparo del brasileño Martinelli que desvió con la cara el holandés Aké en el minuto 86 y que se coló en la portería para felicidad del Emirates Stadium.
Con este triunfo ansiado como un vaso de agua en el desierto, el Arsenal supera al City en la clasificación y se coloca segundo, igualado a 20 puntos con el sorprendente Tottenham que ha revolucionado el ténico greco-australiano Ange Postecoglou. Los londinenses habían derrotado el sábado al Luton Town (0-1) y ya durmieron líderes el fin de semana.
Cambios de posición
El encuentro pareció a ratos una partida de ajedrez, a ver quién sorprendía más al otro. Las ausencias en ambos equipos dieron pie a la creatividad. Guardiola inventó a Bernardo Silva como mediocentro ante la baja por expulsión de Rodri. Arteta colocó a Gabriel Jesus como extremo derecho para cubrir el agujero dejado por Saka. , quizá el segundo mejor jugador inglés del momento después de Belligham.
La posesión se fue alternando por fases. Las ocasiones de gol escasearon. Posiblemente las más claras las tuvo el City. Nadie arrolló a nadie. Y aun así todos los cálculos podían haberse ido al garete pronto por los accidentes con los que el fútbol sorprende a veces. Julián Álvarez casi amarga el día y la semana a David Raya, el portero del Arsenal al que Arteta prefiere ahora por delante del inglés Aaron Ramsdale, lo que ha generado no pocos disgustos. Raya se entretuvo en una acción con el balón a dos metros de la línea de gol y el argentino casi introduce el balón de rebote. Ay, si entra.
Luego el croata Kovacic entró al tobillo de Odegaard y bien pudo costarle la roja, pero el VAR lo amnistió. Después repitió una acción parecida sobre Declan Rice y fue el árbitro quien le perdonó. No se quedó con 10 el City antes del descanso gracias a una interpretación generosa del colegiado en ambas acciones.
Más ritmo
El duelo subió de marchas en la segunda parte, sobre todo por la entrada de Martinelli en la banda izquierda de los londinenses. Un extremo que entró con la adrenalina al máximo y que contagió a su equipo y al Emirates, al menos durante un rato. El brasileño es de los que percute y a la vez reclama a los seguidores que griten más. Vinicius le tapa la titularidad con Brasil, pero para Arteta es un jugador determinante por el desequilibrio que proporciona.
Tuvo suerte con el gol. Su disparo se estrelló en el rostro de Aké, que sintió la doble bofetada de recibir el impacto del balón y de ver como el rebote despistaba al portero Ederson y se alojaba en el fondo de la red.
Cuatro puntos separan a seis equipos en lo alto de la clasificación de la Premier. Tottenham, Arsenal, City, Liverpool, Aston Villa y Brighton pugnan en la intensa y divertida liga.