El turismo, que hoy genera exportaciones por casi 3.500 millones de dólares, podría aportarle a la Argentina divisas por más de 11.000 millones de dólares al año, según la estimación de los empresarios de IDEA. Ese sería el aporte más modesto de los denominados “Sectores de alto impacto” que detectaron los empresarios de IDEA, quienes en un trabajo estimaron que el potencial exportador de la agroindustria para 2033 podría llegar a los 90.000 millones de dólares anuales, seguida por el sector de petróleo y gas (US$ 36.000 millones al año), economía del conocimiento (US$ 33.000 millones) minería (US$ 16.000 millones) y el turismo.
Esos cinco sectores, hoy, aportan exportaciones por algo más de US$ 72.000 millones al año. Los números de ese trabajo plantean un horizonte exportador que podría llegar a casi 200.000 millones de dólares al año.
El trabajo forma parte de las “20 propuestas de IDEA” que la institución presentará el 59° Coloquio que se está desarrollando en Mar del Plata a los candidatos presidenciales, o bien a quienes asistan en su nombre (en el subsuelo del Hotel Sheraton, donde tienen lugar las conferencias, este miércoles daban por descontada la ausencia tanto de Javier Milei como de Sergio Massa).
Esas propuestas están condensadas en una serie de trabajos, uno de los cuales, con el título “Sectores de alto impacto”, hizo hincapié en actividades que están vinculadas tanto a los servicios (turismo, economía del conocimiento) como a la producción (agroindustria), junto con la actividad energética y minera.
¿Qué hace falta para alcanzar esos objetivos? Según los empresarios, estabilidad fiscal y un escenario que es prácticamente lo opuesto que deben encarar hoy estos sectores a la hora de invertir.
Uno de esos requisitos es “ffacilitar el acceso a divisas, necesario para atraer inversión extranjera directa”, y el otro es “eliminar restricciones a la importación, para garantizar el suministro de insumos”, es decir, todo aquello que hoy las empresas tienen restringido por el cepo al dólar y las importaciones.
Otro de los reclamos de los empresarios viene prácticamente desde la caída de la Convertibilidad, hace más de dos décadas: “Reducir progresivamente los derechos de exportación para fomentar nuevos proyectos e impulsar la reinversión de ganancias”, reclamo que va desde las retenciones que pagan las exportaciones agropecuarias hasta las de origen industrial.
«El aprovechamiento de estas oportunidades por parte de estos sectores, y su capacidad para impulsar un desarrollo más amplio, estará condicionado por la mejora del entorno macroeconómico», agrega el trabajo. «Esto implica reducir la incertidumbre a corto y mediano plazo, así como adoptar enfoques más modernos en materia de política impositiva y laboral. Además, será esencial contar con una estrategia explícita para adaptarse a demandas que cambian a una velocidad sin precedentes».